La Justicia porteña levantó este lunes la clausura preventiva del estadio de Boca Juniors, ordenada en la madrugada del viernes tras la agresión a los jugadores de River Plate, durante el partido por la Copa Libertadores de América.
 
La medida quedó sin efecto tras considerarse cumplida la instancia de "preservación de pruebas" sobre los incidentes y luego de la inspección judicial del lugar realizada el viernes por la tarde.
 
En esa inspección se secuestraron los videos de las cámaras de seguridad del estadio, así como restos de los elementos de pirotecnia y las botellas de plástico arrojadas por los plateístas de Boca al campo de juego.
 
La fiscal penal, contravencional y de faltas de la ciudad de Buenos Aires, Valeria Lacman, ordenó peritajes sobre esos restos para detectar huellas digitales, al tiempo que se analizan los videos para identificar a los responsables de las agresiones.
 
Con las cámaras de seguridad también se busca determinar el ingreso de barras e hinchas al sector de socios desde donde partió la agresión a los jugadores de River, a través de las rotura en la manga de ingreso al campo.
 
“Cuando se relajan tanto las condiciones de cacheo pueden pasar muchas cosas”, enfatizó en Continental Luis Cevasco, fiscal general adjunto de la Ciudad de Buenos Aires.
 
“El problema es cuando las cosas se hacen por pura formalidad y no cumpliendo con el rol que debe quien está designado”, precisó el funcionario.
 
“Testigos nos dicen que desde la platea se tiraron mochilas hacia la popular. La pregunta es cuándo ingresaron esas mochilas; fue todo un descontrol”, remarcó.