Tras la suspensión de la minera brasileña Vale del proyecto Potasio Río Colorado, otra empresa de ese país decidió finalizar sus actividades ante las flacas perspectivas económicas. La firma de grifería Deca Piazza, que pertenece al grupo Duratex, no seguirá produciendo en sus hornos del barrio de Parque Patricios.

La decisión se materializó la semana pasada. La compañía habló con el sindicato y despidió a los trabajadores de la fábrica. En tanto, el departamento comercial comenzará a reunirse con los proveedores a fin de saldar las deudas.

"Se van, pagaron todo a los 140 compañeros y cerraron", aseguró al diario El Cronista un responsable de la Unión Obrero Metalúrgica, en referencia al personal rescindido de la planta ubicada en Uspallata 2857.

En tanto, un proveedor de la empresa señáló al matutino que "desde la semana pasada nadie atiende el teléfono. Sólo sabemos que dejaron de operar y nos avisaron que el miércoles - por hoy- podríamos hablar con alguien".

La compañía, que elabora productos de grifería y sanitarios pertenece desde 1995 a Duratex, pero la fábrica tiene 125 años de actividad. Está ubicada entre las tres empresas más importantes del rubro y, además de producir para el mercado local, exportaba a otras plazas comerciales del Mercosur.

Pese al cierre, desde la UOM creen que el grupo brasileño seguirá trabajando, aunque con importaciones. "Se quedaron con la marca y seguramente sigan vendiendo productos Deca", dijeron fuentes del gremio.

Entre las causas del cierre, la falta de financiamiento no es una de ellas. El grupo tiene una pata financiera: el Banco Itaú, el segundo banco privado más grande de Brasil. Por lo tanto, se cree que la dificultad estaría en la suba de los precios internacionales del latón y la aleación de cinc con cobre.

No es un momento bueno paras las inversiones brasileñas. El cierre de Deca Piazza se suma a la salida de la minera Vale; la venta de parte de sus activos y la búsqueda de un socio de Petrobrás; los problemas del complejo ferroviario ALL; en 2012, Alpargatas suspendió temporalmente algunas de sus plantas por el desplome de las ventas, y la caída de las operaciones del gigante JBS (propietario de Swift), entre otras.