El periodista y presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales, Horacio Verbitsky, analizó el proceso judicial que mantiene en vilo a la sociedad sobre la identificación de los hijos de Ernestina Herrera de Noble, para constatar su presunta vinculación con los desaparecidos durante la última dictadura.

En La Vuelta, Verbitsky respaldó la decisión de la jueza Arrollo Salgado para la extracción no compulsiva de muestras genéticas sobre prendas u objetos pertenecientes a Felipe y Marcela Noble Herrera. “No se pueden negar”, remarcó el escritor al tiempo que recordó que la Corte Suprema avaló este tipo de medidas en otros casos similares.

“Nosotros tenemos una relación con las Abuelas muy íntima y hemos trabajado juntos en muchísimas causas. En esta causa específica nosotros no participamos pero acompañamos a las Abuelas en su búsqueda”, aclaró el periodista.

Además, pidió “dividir lo que está en el expediente y lo que está en los medios, que muchas veces coinciden y otras no. Hay una versión que es la que se publicó que le sacaron la ropa, que los maltrataron. La que figura en el expediente es la que ha sido constatada por los abogados de ellos”.

El periodista destacó que “hay un legítimo anhelo social para hallar en la verdad en estos casos y la Corte lo tuvo en cuenta”.

El caso mismo. Verbitsky afirmó que “para investigar el delito, la identidad de esas personas es una prueba”. ´

El presidente del CELS detalló que “hay tres elementos que permiten afirmar que la adopción es trucha”. También consideró “muy significativa tanta resistencia” de los imputados en el proceso judicial aunque, dijo, “esa resistencia no equivale a una prueba”.

En esa línea, al explicar minuciosamente la historia que intenta desentrañar la justicia, el periodista resaltó como un dato relevante que el mismo día en que la supuesta madre biológica entregó a uno de los bebés porque no podía tenerlo, la jueza lo entregó en guarda a la viuda de Noble. “La adoptante da una dirección de San Isidro en la que nunca vivió”, agregó.

Verbitsky también resaltó que aún si los jóvenes fueran hijos de desaparecidos, hay que probar que los adoptantes lo sabían.