Las vacunas que llegaron se acaban, los reconocen los gobiernos de Provincia de Buenos Aires y de la Ciudad. Y el estado nacional no tiene respuesta. 

El presidente Alberto Fernández logró gestionar ante el Fondo Ruso de Inversión Directa, la entrega extraordinaria de 500 mil dosis. Lo cierto es que es muy poco. El vuelo trata de acallar los reclamos por la carencia de vacunas, pero termina siendo un gesto político más que un reabastecimiento eficiente. 

Por otro lado, la administración deberá hacer también una reasignación presupuestaria. A estas alturas, y habiendo vacunado poco más que al 1% de la población, ya se gastó el 50% del dinero asignado al Plan de Vacunación. 

Además, se espera la llega de tres millones de dosis más, de la vacuna china Sinopharm, que es sin dudas el mayor proveer de vacunas del país. El compromiso con los chinos, es la entrega de 30 millones de dosis, pero gradualmente.