Ya en libertad, Schoklender apuntó contra Oyarbide, Hebe y el gobierno
El ex apoderado de la Fundación Madres, denunció presiones de funcionarios para evitar su excarcelación. También abandonaron la detención bajo caución su hermano Pablo y el contador Alejandro Gotkin.
Al salir en libertad, el ex apoderado de Madres de Plaza de Mayo Sergio Schoklender acusó este viernes al juez federal Norberto Oyarbide, la presidenta de la organización, Hebe de Bonafini, y el Gobierno por la "malversación" de fondos en la entidad.
"Me ha asombrado que ella (por Bonafini) no haya estado nunca involucrada en la causa. La aconsejaron mal y están saliendo muchas cosas a la luz. Es muy seria su responsabilidad", sostuvo Schoklender en las puertas del penal de Ezeiza.
Además, sostuvo que su liberación responde a que "las pruebas ratifican que no hay ni un sólo perjuicio cometido contra el Estado nacional" y advirtió: "En la Fundación no hubo malversación mientras yo estuve, sí la hubo ahora con la complacencia de Oyarbide y de funcionarios de Planificación Federal".
Los hermanos Schoklender y Gotkin se encontraban detenidos desde el pasado 15 de mayo y seguirán imputados como integrantes de una asociación ilícita en la causa que investiga el presunto desvío de fondos públicos destinados a la construcción de viviendas sociales de la Fundación Madres de Plaza de Mayo.
“Dependerá de Cristina, de Zanini, de la presión política que puedan ejercer”, dijo Sergio Schoklender sobre su posible regreso a prisión.
Además de reiterar sus denuncias ya formuladas ante la justicia, consideró que la decisión de la Cámara Federal, de rebajarle la fianza para permitirle salir en libertad, “es un cachetazo a la cara de un personaje tan siniestro, como (el juez Norberto) Oyarbide”, quien le había fijado en principio un monto de 4 millones para liberarlo.
“Hay una intencionalidad política, intereses económicos muy importantes”, aseguró Shocklender y agregó que “no hubo malversación de fondos mientras yo estuve; sí la hubo en el último año con la complacencia de Oyarbide y de muchos funcionarios del área del Ministerio de Planificación”.
Además, sostuvo que el magistrado “respondía a las órdenes de Aníbal (Fernández), después de Nilda (Garré), y ahora las órdenes directas de Zanini” y que existieron “interminables” presiones para que no saliera en libertad.