"El decretismo es algo peligrosísimo. No se pueden aceptar estas formas. Esto es criticar al caníbal y comérselo. Cuando usted se come al caníbal, es un caníbal. Debemos ser inflexibles en estas cosas, en pos de la construcción de una república, única manera a través de la cual la Argentina encontrará el camino del progreso que anhela, necesita y merece la ciudadanía".