¿Europa o Argentina 2001?
Parece una película de terror que los argentinos ya vimos. Uno mira las imágenes y no puede creer que existan las ollas populares en Gran Bretaña. Soup Kitchens las llaman.
Parece una película de terror que los argentinos ya vimos. Uno mira las imágenes y no puede creer que existan las ollas populares en Gran Bretaña. Soup Kitchens las llaman.
Los ingleses abandonan a sus mascotas en las calles porque no pueden alimentarlas. En Italia donde hay 10 millones de desocupados sobre 60 millones de habitantes encienden las estufas a leña, como en los viejos tiempos de nuestros abuelos. La iglesia ya instaló varios comedores para los necesitados. En esa amada España, camisa blanca de mi esperanza, casi el 23% de los pobladores esté sin trabajo y han aparecido clubes del trueque. Escuche esto y no lo va a poder creer: en Alemania hay cartoneros. Un ejército de marginales recorre las calles de la poderosa Alemania recogiendo botellas, en lugar de cartones como acá, para luego vender y juntar unos pesos. Lo que definitivamente me hizo estallar la cabeza fue que en el interior de España han resucitado las viejas pesetas, es decir la cuasi moneda, como aquí fueron los patacones o los lecop. ¿Se acuerda? ¿Cómo no se va a acordar si aquella experiencia nos dejó marcados para siempre? Es una película de terror que nos asusta porque ya conocemos el final. En Argentina se potenció por la ausencia de liderazgo inteligente y fuerte y en Europa, los jefes políticos de la Eurozona aparecen cada vez mas confundidos, sin rumbo o lo que es peor repitiendo viejas recetas de la ortodoxia del Fondo Monetario que fueron las que los llevaron a ese infierno.
Europa parece estar para sobre arenas movedizas y cada vez que se mueve se entierra mas. Tienen hasta caceroleros que se llaman indignados. Tienen la misma bronca pero, también tienen la misma falta de claridad acerca de que camino tomar. Saben lo que no quieren, pero no saben lo que quieren. Es una sociedad que está en pura resistencia. Que quiere destruir todo lo que lo lastima pero que no sabe bien que construir en su reemplazo.
Por eso en España, con consignas contra las timbas financieras y con reclamos de centro izquierda, la sociedad eligió al Partido Popular para pilotear la crisis. Por eso el socialismo democrático de Grecia tuvo que dejar lugar a la tecnocracia neoliberal que los lleva a pegarse mas duro contra la pared. El que gobierna pierde. No importa cual sea su ideologóa. Es un huracán que se lleva a los que gobiernan porque son los responsables o los irresponsables que dejaron el barco de la Unión Europea a la deriva. Asi la crisis se llevó puesto a un Silvio Berlusconi que daba vergüenza ajena sobre todo a los que amamos Italia como si fuera nuestra patria. Tiene una deuda pública de 1,9 billones de euros, es decir el 120% de su PBI.
¿Qué está pasando? Estan repitiendo la fórmula de la locura: hacen lo mismo de siempre y esperan resultados distintos. Mas ajustes, mas desocupados, mas impuestos, mas gendarmería fiscal, mas pensar en los asientos contables y en la especulación financiera que en los seres humanos de carne y hueso y en el trabajo productivo de bienes y servicios. Ahí siguen las incalificables calificadoras de riesgo calificando a todo el mundo sin que se les caiga la cara de vergüenza.
Es cierto que hay mucha confusión ideológica en el mundo. Que se cayeron todos los muros de Berlin y del banco Lehman Brothers. Que no hay mas dogmas a seguir ni de izquierda ni de derecha. Los argentinos en general y este humilde periodista en particular no somos nadie para dar consejos. Pero como toda la hecatombe nos resulta tan familiar nos sentimos con experiencia como para rogarles que no cometan los mismos errores. No se puede seguir castigando a los mas pobres. Reducir jubilaciones es un delirio. Aumentar el IVA del 21 al 23 es un despropósito. Es ser Hood Robin. Es decir Robin Hood al revés. Es sacarle a los pobres para darle a los ricos. Algo que es inviable. Hay que proteger a los mas vulnerables.
A los que trabajan y a los que quieren trabajar. A la producción de bienes y servicios concretos y no a la ficción de las fortunas que se ganan y se pierden en el casino de la bolsa. Nunca Europa estuvo antes un crisis terminal de semejante envergadura. Tienen la gran oportunidad para refundarse. Para levantar el Euro del suelo y darle valor con consumo, creditos baratos y el círculo virtuoso que premia el esfuerzo y la innovación productiva. Basta de ajuste.
No hay sistema ni democracia sustentable sin habitantes con trabajo y futuro. Ojala Europa reaccione a tiempo. Que encuentren rápido los caminos que encontramos nosotros. Que salgan de la lógica perversa del FMI. Que entren en el círculo virtuoso del trabajo. Para que no sea demasiado tarde para lágrimas como las que derramó la ministra de trabajo italiana. Y sobre todo, para que la historia no se repita como comedia y mucho menos como tragedia.