Seguramente esta es la pregunta más formulada en los últimos tiempos entre los que siguen de cerca la política. ¿se viene un tercer gobierno kirchnerista o el hartazgo social es suficientemente fuerte como para producir un cambio de época? primero hay que recordar que esta inquietud planteada hace 6 meses lograba una respuesta casi unánime: no tienen ninguna chance. hoy las cosas han cambiado y eso le pone más suspenso y picante al debate público. en las encuestas se verifica una clara recuperación del matrimonio presidencial que acompaña el crecimiento del consumo. pero ninguno se atreve a pronosticar si esa tendencia continuará o ya llegó a su techo.

en consecuencia nadie tiene nada garantizado. todos tienen exactamente un año para construir rumbo a las internas abiertas, simultáneas y obligatorias. la clave, como siempre, es la provincia de buenos aires. allí vive el 38% del padrón nacional y el 40% del voto efectivo porque el nivel de concurrencia siempre es superior al de los distritos más chicos. en la provincia no hay segunda vuelta y los comicios son el mismo día que las elecciones nacionales. esos datos no son menores a la hora de pensar en el arrastre que las distintas candidaturas pueden tener de arriba hacia abajo o viceversa. los asesores de olivos muestran algunas aritméticas que obligan al oficialismo a tener una excelente actuación, con más del 50% de los votos si es posible, para equilibrar los probables resultados pobres en otras provincias grandes como córdoba y santa fé o en la ciudad de buenos aires donde el apellido kirchner sigue siendo una mochila de piedras para cualquier candidatura.

es la única manera que néstor kirchner puede soñar con llegar al número mágico del 40% y dejar al segundo a más de diez puntos de diferencia para ganar en primera vuelta. todavía falta mucho y todo está en movimiento. pero el escenario más probable es que se enfrenten daniel scioli y francisco de narváez. scioli es el kirchnerista con mejor imagen pero ¿le alcanza para sacar la mitad de los votos? no es tan fácil. en el 2007, en el momento culminante del kirchnerismo con el triunfo de cristina fernández con el 45,29 %, con 21 de los 24 distritos a favor, el gobernador de buenos aires alcanzó el 48,1%. y eso que no tenía enfrente a un competidor de fuste como francisco de narváez que aparece en todas las encuestas con una intención de voto similar y que ya venció en las legislativas del año pasado a la boleta encabezada por kirchner y scioli que apenas consiguió el 30% de los votos. pero hay otro ingrediente más decisivo para analizar. ¿qué pasaría si el radicalismo y sus aliados llevan a un candidato potente a gobernador como ricardo alfonsín? ¿el electorado se polarizaría en mitades entre los dos peronistas o en tres tercios? el espacio socialdemócrata que tiene como eje el matrimonio estratégico entre la ucr y el partido socialista también está analizando este cambio. no solamente porque el divorcio vincular con elisa carrió actuó como una bomba de fragmentación en el acuerdo cívico y social. pragmáticos al fin, saben que, al igual que todos, si no hacen una muy buena elección en buenos aires es casi imposible que ganen o logren llegar a la segunda vuelta a nivel nacional. y eso que todavía falta que el peronismo federal acomode su propio rompezabezasa. por eso todas las posibilidades y las puertas estan abiertas. no es el final de ninguna candidatura. es el comienzo de todas.