"La Ley de Medios es una muy mala ley que tuvo como objetivo destruir a Clarín, pero es una ley y hay que respetarla. Yo espero que el Gobierno reflexione profundamente sobre el antecedente peligrosísimo que genera la eliminación de una ley por decreto. Debemos aprender una de las lecciones que han dejado los doce años de kirchnerato: debemos construir una república, con apego a la ley, y la ley implica respetarla en todas sus dimensiones, aun aquellas que no nos gustan. Habrá entonces que acudir a los mecanismos suficientes para cambiar la ley, y si el Gobierno no tiene las mayorías para cambiar la ley, salvo que la Justicia diga 'esta es una mala ley', no tendrá otra que respetarla".