¿Manuel o Néstor?
Manuel nació en cuna de oro y murió en la más terrible de las miserias.
Manuel nació en cuna de oro y murió en la más terrible de las miserias. Fue un día como hoy, pero de 1820. Se fue al cielo de la historia vencido por las enfermedades y con el único tesoro de su reloj personal para recompensar al médico que lo asistió hasta el final. Su cuerpo estuvo ocho días sin poder ser sepultado por falta de dinero. El mármol de una cómoda de su casa sirvió de lápida para identificarlo. Sus restos descansan en el atrio del convento de Santo Domingo y su monumento fue construído con el aporte del pueblo. En la función pública se empobreció lícitamente.
Néstor nació en un hogar humilde y murió megamillonario, con cientos de calles, puentes, barrios y plazas que recuerdan su nombre. Se desarrolló el culto a su personalidad con la intención de beatificarlo y llevarlo a la categoría de mito político. Su mausoleo faraónico, digno de un prócer, fue construído por su socio y cómplice en la corrupción de estado. En la función pública se enriqueció ilícitamente.
Manuel dijo que el sentimiento de libertad es capaz de transformar en héroes a los ciudadanos más simples. Combatió contra los monopolios y todo tipo de autoritarismo.
Defendió la libertad de prensa y la modernización y trajo de Europa las ideas más avanzadas de soberanía y emancipación.
Néstor dijo “que te pasa Clarín, tenés miedo” y fogoneó el plan sistemático de ataque a la libertad de prensa mas feroz desde 1983. Con la excusa de democratizar los medios edificó su propio amigopolio mediático y de obra pública. Trajo desde el fondo de la historia las ideas mas autoritarias que encarnaron en su mayor aliado económico llamado Hugo Chávez.
Manuel fue un progresista moderno. Protegió siempre a los más desprotegidos, a los más humildes, a los ancianos, a las mujeres y a los indios. Apostó al progreso y al bienestar de la gente. Le dio a la tierra el carácter de generadora de riquezas e inventó el impuesto a las tierras improductivas.
Néstor fue un populista autocrático. Imaginó un relato a favor de los trabajadores pero dinamitó sus organizaciones sindicales en cinco pedazos. Su esposa utilizó la plata de los jubilados para vender bonos en dólares y hacer bajar el blue y puso en peligro sus futuros haberes. Cristina no quiso recibir a la comunidad Qom para preservar su alianza estratégica con el señor feudal de Formosa. Castigó a los producctores agropecuarios con retenciones altísimas y los humilló llamándolos golpistas.
Manuel fue un hombre culto, casi un renancentista. Pasó por Salamanca y Valladolid, hablaba y leía perfectamente en inglés, francés, italiano y latín. Redactó junto a Mariano Moreno el Plan Revolucionario que se presentó a la Junta.
Combatió en las invasiones inglesas y se hizo general de la Nación porque la patria lo necesitó pese a que su formación era de abogado, economista, diplomático y periodista.
Néstor fue un lector de pocos textos y muy esporádicos. Se recibió de abogado en la Universidad de La Plata y se dedicó en su estudio jurídico a prestar dinero y a ejecutar y a quedarse con las propiedades de muchos deudores morosos durante la dictadura. Solamente hablaba castellano aunque le costaba expresarse en las tribunas y no escribió ningún libro.
Manuel donó sus sueldos para levantar la biblioteca pública y varias escuelas que se construyeron 170 años después. Le salvó la vida a la esposa y a la hija del general San Martín.
Néstor multiplicó sus cuentas bancarias y bóvedas pese a que fue empleado público durante mas de 20 años y le dejó una fortuna como herencia a su esposa y sus dos hijos. Lo salvó para toda la vida a Lázaro Báez y toda su familia.
Manuel cohesiona a los argentinos detrás de su ejemplo. Es una figura casi indiscutida como emblema del país que queremos. La etimología de la palabra bandera lo dice todo: viene de banda, de lazo que amarra, que nos liga y nos mantiene estrechamente abrazados. Nos une en nuestra identidad
Néstor fracturó la sociedad en todas sus entidades y organizaciones intermedias. Sembró el odio y nos hizo retroceder a los años 50 cuando la Argentina se partió en dos mitades a favor o en contra de Perón. Familias enteras fracturadas, amigos que no se hablan. Nos peleamos como nunca culpa de la bulimia de poder.
Como diría la presidenta de la Nación: ¿Quién creó la bandera nacional? ¿Quién nos legó la enseña patria?¿ San Martín, Belgrano o Kirchner? Debo pedir disculpas por la herejía histórica. Jamás se me hubiera ocurrido comparar a Manuel Belgrano con Néstor Kirchner. Pero fue una idea de la presidenta de la Nación. Cristina lo hizo.