Esta puede ser una de las preguntas para vislumbrar cual va a ser el rumbo que va a tomar el nuevo gobierno de Cristina. ¿Obama o Chávez? ¿Capitalismo en serio, como exigió la presidenta en Cannes o socialismo del siglo XXI como impulsaron varios dirigentes kirchneristas en Mar del Plata en el acto de repudio al ALCA? Son dos caminos divergentes. Son jardines que se bifurcan hasta convertirse en antagónicos y no solamente tienen que ver con el perfil ideológico que Cristina le quiera dar a su gestión internacional. Esta dirección también repercutirá con fuerza en la política interna.

¿Obama o Chávez? ¿Capitalismo en serio o Socialismo bolivariano del siglo XXI? Es una antinomia interesante para debatir. Porque el gobierno nacional, fiel a su condición de pragmatismo peronista quiere avanzar con ambas alas, con la derecha y con la izquierda. Con Gildo Insfran en Formosa y con Hebe Bonafini en la Plaza de Mayo. ¿Se puede hacer convivir pensamientos tan antagónicos? Hasta ahora no hubo mayores inconvenientes.
 
Los actores de un lado y del otro quieren creer que la verdadera Cristina es la que opina como ellos. Unos dicen que a Cristina ni se le ocurre cuestionar las bases del sistema capitalista. Y que por eso dijo “yo nunca fui revolucionaria” y que ni siquiera quiso ser definida como progresista ni como parte del “ala izquierda del justicialismo”. Por eso dijo lo que dijo en Cannes y por eso le bajó el pulgar al incipiente debate sobre el tema de la despenalización del aborto. Del otro lado, dicen que el kirchnerismo es un movimiento con una fuerte impronta emancipadora y que eso se reflejó hace 6 años cuando Diego Maradona y Hugo Chávez lideraron una contracumbre de los pueblos. Allí se reinvindicó el ALBA del venezolano y se repudió la presencia de George Bush para boicotear el ALCA, es decir el Area de Libre Comercio de las Américas. Ayer dijo Luis D’Elía: “tuve el privilegio de organizar junto a Fidel Castro ese acto contra el ALCA y sus intentos de anexión colonial que fue uno de los episodios antiimperialistas mas importantes de nuestra historia”. Martin Sabbatella por su parte dijo que “El No al ALCA fue un Si a la soberanía latinoamericana”.

Es una discusión interesante. No solo implica el alineamiento a favor o en contra del Irán de Amadinejad, por ejemplo, sino que puede anticipar el camino de respeto o no de la Constitución nacional sobre la posibilidad de la reelección de Cristina. Si el camino elegido por la presidenta está mas cerca de Lula, tal vez ella elija a su sucesor tal como hizo Lula con Dilma. Pero si el pensamiento se acerca a los que encarna Chávez tal vez se intente forzar una reforma que permita la reelección indefinida de Cristina. Hay argumentos y señales para ambos lados. Tanto Aníbal Fernández como Emilio Pérsico expresaron que estarían felices si Cristina sigue gobernando para siempre pero aseguran que ella va apostar a la renovación generacional e institucional de la Argentina.

Pero Ernesto Laclau, uno de los filósofos en el que abrevan conceptualmente muchos de los kirchneristas menos peronistas dice todo lo contrario. No solo promueve la reelección eterna sino que dice que en América Latina hay dos proyectos claramente diferenciados. Los gobiernos que como los de Uruguay y Chile no rompieron con el pasado dictatorial y por el contrario, buscaron la reconciliación nacional y eligieron políticas neoliberales aunque de otro tipo y las democracias nacionales y populares como las de Chávez, Correa en Ecuador o Evo Morales en Bolivia y el kirchnerismo en Argentina que lograron cortar con el pasado, con el Fondo Monetario y con los Estados Unidos. Los que apuestan a la Cristina más occidental y cristiana muestran como evidencia el discurso que pronunció ante los empresarios en el G-20 y el intercambio de elogios y reconocimiento del liderazgo mundial de Barack Obama. Otros sueñan con una Cristina a imagen y semejanza de “La Pasionaria”. Dicen que su convocatoria al capitalismo serio es solamente es una postura táctica de autodefensa frente a la crisis internacional. Ofrecen como argumento que en los próximos días Cristina va a visitar con bombos y platillos a Hugo Chavez en Caracas. ¿O se suspenderá el viaje con alguna excusa? Veremos. Por ahora la pregunta original y la moneda están en el aire.