14 de mayo, un día menemista
Esta fecha a lo largo de los años marcó para Carlos Menem momentos muy especiales de su vida política. Los recordamos a través de la Fonoteca de Radio Continental
Los 14 de mayo tuvieron para Carlos Menem un significado muy especial.
En 1989 ganó las elecciones presidenciales derrotando al radical Eduardo Angeloz. Tuvo que asumir el mando 6 meses antes que lo que correspondía por la crisis institucional que vivía el mandatario Raúl Alfonsín.
El 14 de mayo de 1989, con viento riojano moviendo sus patillas, derrotaba al radical Eduardo Angeloz, con 7.300.000 votos, el 47 por ciento del total.
Raúl Alfonsín le mandó un telegrama: "Quiero reiterarle mi mejor disposición para que la transición que se inicia se desarrolle en el mismo marco de paz y tranquilidad". Fue un deseo arrollado por los saqueos y la hiperinflación.
Un radical admitía que podía producirse la entrega anticipada del poder, Leopoldo Moreau. Menem asumió la Presidencia con seis meses de anticipación.
Aquel 14 de mayo, Menem abrazó a su compañero de fórmula, Eduardo Duhalde, como si fuera un hermano.
Muy lejos del festejo, la UCeDé se lamentaba por haber conseguido apenas el siete por ciento de los votos. En el búnker del hotel Libertador, María Julia Alsogaray, Adelina de Viola y Víctor Alderete (sí, el mismo del PAMI) buscaban consuelo. Pensaban que habían perdido.
Fue un día de éxitos deportivos. Gabriela Sabatini conquistaba el abierto de Roma y Daniel Scioli se imponía en Niza con su veloz catamarán. Al día siguiente, el dólar cerraba a 111 australes, una moneda que el tiempo extinguió.
El 14 de mayo de 1995, la fiesta menemista se hizo más larga. Menem subía su performance a 8.000.000 de votos, es decir a casi el 49 por ciento del total. Ese 14 de mayo, Menem abrazó a su compañero de fórmula, Carlos Ruckauf, como si fuera un hermano.En 1995 Menem ganó la relección con su compañero de fórmula Carlos Ruckauf.
Decía un título de Clarín: "Duhalde obtuvo un triunfo contundente y fue la llave de la victoria de Menem". Adolfo Rodríguez Saá obtenía el derecho a gobernar San Luis por cuarta vez consecutiva. Y recién en la página 48 se hacía mención al triunfo en Santa Cruz de Néstor Kirchner, el único gobernador peronista que no había hecho campaña en favor de Menem.
Menem recibió el saludo de Maradona y el llamado de Pelé. La reelección se festejó en el programa de Bernardo Neustadt, donde Menem chocó su copa de champán con Domingo Cavallo.
"Hay que buscar el mejor candidato para 1999", decía Duhalde. El radicalismo hacía la peor elección de su historia. Hasta ahí, claro.
El DT de la Selección era Daniel Passarella y el puntero, San Lorenzo, que acariciaba el campeonato. En la Fórmula Uno ganó Schumacher, pero eso no cambió demasiado.
El 14 de mayo de 1999 no pasó nada tremendo, pero fue el último 14 de mayo con Menem en el poder. A la Alianza se le venía encima el desalojo y el país sufría un nuevo ajuste, pero el Presidente, ese día, le perdonó a la UOM una deuda de 53 millones de pesos, o dólares, que era lo mismo. Lorenzo Miguel lo abrazó como si fuera un hermano.
Cavallo ya estaba afuera del Gobierno y era candidato a la Presidencia. Ese 14 de mayo cenó en la Fundación Mediterránea y habló a los postres: "Los argentinos deberían elegirme a mí. Ahora, si el peronismo y la Alianza concretan un nuevo pacto de Olivos, soy presidente seguro en el 2003". Hoy, luego de imponer el corralito y haber colapsado junto a Fernando de la Rúa, está autoexiliado en Estados Unidos.
Y el mismo día pero de 2003 renunció a la segunda vuelta electoral con su competidor Néstor Kirchner, quien asumió la presidencia con sólo 22% de los votos.