El Papa rememoró hoy en el Vaticano los momentos más importantes de su viaje por Tierra Santa y recordó su propuesta a los presidentes de Israel y de Palestina. "Los invité a venir al Vaticano a rezar conmigo por la paz".

"Uno de los objetivos de este viaje ha sido alentar para que se recorra el camino hacia la paz, que es al mismo tiempo un don de Dios y un compromiso de los hombres", dijo el papa.

"Lo hice en Palestina, Jordania e Israel y siempre como peregrino en el nombre de Dios y del hombre, llevando en el corazón a este pueblo que convivió durante demasiado tiempo con la guerra y que necesita vivir días de paz", añadió, según informa la agencia de noticias EFE.

Francisco explicó entonces que en esta visita exhortó a las autoridades con las que se entrevistó "a atenuar la tensión en Siria" y "encontrar una solución al conflicto palestino-israelí".

"Por eso invité (durante el viaje) a los presidentes israelí y palestino, dos hombres de paz, a venir al Vaticano a rezar conmigo por la paz", recordó el pontífice sobre una cita para la que aún no hay fecha prevista.

El papa exhortó entonces a los fieles a que recen también por la paz en esa región.

"No nos dejen solos. Recen también con nosotros para que el Señor nos dé la paz en esa tierra", agregó.
Para Jorge Bergoglio "la paz se hace artesanalmente" y añadió que "no hay industrias que la construyan", ya que ésta se consigue cada día hecha a mano y con el corazón abierto.

Durante su descripción del viaje, que lo llevó a recorrer Amán, Belén y Jerusalén del 24 al 26 de mayo, el pontífice argentino destacó "la generosidad del pueblo jordano" por su acogida a los refugiados procedentes de áreas de guerra y pidió el empeño y la ayuda de la comunidad internacional para este país.

Francisco destacó que el momento "culminante" de su viaje a "esta tierra bendita" fue el encuentro con su "hermano" el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé.

Lamentó que los cristianos sigan aún divididos y pidió "perdón" por todo lo que "los católicos hicieron para fomentar esta división", al tiempo que rogó para que "se puedan algún día curar las heridas".

El tercer propósito de esta visita, concluyó Francisco, "fue confirmar en la fe a las comunidades cristianas, que sufren tanto, y expresarles la gratitud de la Iglesia por su valiente presencia en Medio Oriente y su impagable testimonio de esperanza y caridad".