El delantero Alexandre Pato ha pasado en unos pocos meses de ser uno de los descartes más sonados de Dunga para el Mundial de Sudáfrica a uno de los líderes de la renovada selección brasileña que acudirá a la Copa América.

El jugador del Milán, de 21 años, se ha convertido en un jugador fijo en las alineaciones del seleccionador Mano Menezes y en la principal referencia en el ataque de la nueva etapa de la Canarinha.

Dejó su marca en forma de gol al anotar tres tantos en los primeros tres partidos de Brasil después del Mundial y luego fue el mejor de la selección en la derrota ante Francia por 1-0.

Por las lesiones se ha perdido los dos últimos compromisos de Brasil, pero su presencia en la Copa América está prácticamente garantizada, ya que es imprescindible en el once de Menezes por su
capacidad para regatear en carrera y la versatilidad de sus recursos de cara al gol.

Alexandre Rodrigues da Silva tomó su apodo del nombre de su ciudad natal, Pato Branco (en el sureño estado de Paraná), y fue uno de los jugadores más precoces y brillantes de su generación.

A los 17 años contribuyó a la conquista del Mundial de Clubes de la FIFA de 2006 con el Internacional de Porto Alegre y, unos meses después, aportó dos goles en el triunfo de su equipo en la Recopa
Sudamericana.

En esa misma época se destacó en la selección sub'20, con la que ganó el Campeonato Suramericano, aunque después quedaría eliminado
de forma prematura en el Mundial de la categoría.

Su calidad técnica no pasó desapercibida por el Milán, que lo fichó en agosto de 2007 y, poco a poco, le ha abierto las puertas de la titularidad.

En Italia ha madurado, ha ganado musculatura y cada año que pasa va mejorando sus registros goleadores, aunque todavía no ha conseguido ganar ningún título con el club lombardo.

Con la selección absoluta Pato debutó en marzo de 2008, en un amistoso ante Suecia en el que él decidió el partido con un impresionante gol desde la línea de banda que fue una muestra de su
calidad técnica.

Pato acudió a la Copa de las Confederaciones de 2009, pero su participación fue testimonial y Dunga lo descartó del grupo que regresaría a Sudáfrica un año después.

El nuevo seleccionador ha vuelto a contar con él por sus indudables méritos al frente del Milán, del que es uno de los mayores goleadores en lo que va de la temporada, al lado de su colega de selección Robinho.