Alexis Sánchez, el 'niño maravilla'
Habilidoso y veloz como un rayo, el ariete Alexis Sánchez se ha convertido en el estandarte de la selección chilena y a sus 22 años se ha forjado un interesante futuro en el fútbol europeo, donde algunos de los principales clubes ya se han interesado por el "Niño Maravilla".
Habilidoso y veloz como un rayo, el ariete Alexis Sánchez se ha convertido en el estandarte de la selección chilena y a sus 22 años se ha forjado un interesante futuro en el fútbol europeo, donde algunos de los principales clubes ya se han interesado por el "Niño Maravilla".
Su tercera temporada en el Udinese italiano se vislumbra como la del despegue definitivo para el joven chileno, que junto al goleador Antonio Di Natale forma una de las duplas más prolíficas del "calcio".
Talentoso, rápido y buen regateador, Sánchez ha sumado este año a sus virtudes la capacidad goleadora que se le resistía en campañas anteriores.
Sus buenas maneras en la cancha y su imagen fuera de ella, con un aire un tanto presuntuoso, han hecho que incluso se le compare con el portugués Cristiano Ronaldo, aunque el chileno rehuye las similitudes y ha manifestado que quiere dejar su propia huella.
Nacido hace 22 años en Tocopilla, una pequeña ciudad costera al norte de Chile, empezó a jugar a fútbol en las áridas canchas de su tierra natal, enclavada en el desierto de Atacama.
Unos años después se sumó a la escuela de fútbol del Cobreloa, el principal club de la zona, donde rápidamente mostró su destreza y se ganó la confianza de sus entrenadores, que lo incorporaron a las divisiones inferiores del club.
Con quince años fue convocado al Sudamericano Sub-16 de Paraguay, en el que Chile llegó a cuartos de final.
Poco después, el ex seleccionador chileno Nelson Acosta, entonces entrenador del Cobreloa, lo vio jugar con los cadetes y sin dudarlo solicitó su incorporación al primer equipo, donde debutó como profesional en febrero de 2005 en el torneo de Apertura a los 16 años.
Ese mismo año debutó en la Copa Libertadores y culminó una buena presentación en el Sudamericano Sub'17 de Maracaibo que llamó la atención de cazatalentos europeos.
Varios equipos del Viejo Continente llamaron a su puerta para ficharlo y finalmente fue el Udinese el que compró su pase por unos tres millones de dólares.
Los italianos decidieron cederlo al Colo Colo para foguearlo y ganar experiencia. Con los 'albos', entonces dirigidos por el argentino Claudio Borghi, actual seleccionador de la Roja, ganó dos campeonatos y llegó a la final de la Copa Sudamericana en 2006, aunque el conjunto chileno cayó frente al Pachuca mexicano.
En 2007 cambió de aires y se fue a préstamo al River Plate argentino, donde realizó una más que aceptable campaña que se vio truncada por una rotura de los ligamentos del tobillo que lo dejó en el dique seco más de tres meses.
A mediados del año siguiente regresó al Udinese, donde no tuvo una adaptación nada fácil a su nuevo equipo ni al fútbol italiano.
Poco a poco el chileno se fue entonando y tras el Mundial de Sudáfrica 2010, en el que tuvo un papel discreto, se convirtió en una pieza clave en la escuadra del Friuli.
Este año ha protagonizado actuaciones brillantes, como cuando marcó cuatro tantos en la goleada (0-7) de su equipo al Palermo, o cuando recorrió al galope medio campo y dejó sentado al arquero del Cagliari con una bicicleta para anotar a placer.
Con este prometedor presente, la Copa América puede convertirse en el trampolín ideal para que Alexis Sánchez dé el salto definitivo en su carrera.
Gerard Soler.