Ángel Di María, "el flaco" del Real Madrid, es visto en Argentina como el socio ideal para Lionel Messi, la estrella de la selección, en una Copa América en la que se espera que repitan jugadas como la del gol de la victoria en un amistoso reciente ante Portugal (1-2) marcado por él tras una asistencia quirúrgica de "La Pulga".

Tras ese partido disputado en febrero de este año, Di María dijo a la prensa "¿La asistencia de Messi? Impresionante. Qué otra cosa puedo decir...". En ese punto se apoyan las ilusiones de una afición que quiere que sean socios en el juego.

El futbolista surgido en el Rosario Central dijo aquella vez que "es bueno que Messi juegue de nueve, porque nosotros podemos ganar espacios por fuera, como lo hicimos en esa jugada de gol", que ha quedado marcada como un recurso ofensivo de alto valor para el equipo.

Di María, rosarino y con 23 años como Messi, es punta, pero también generador de juego entre los medios y los delanteros, y cuenta con unas condiciones técnicas que impresionan, expuestas por lo general en velocidad y en situaciones extremas, cuando con un toque del balón puede derrumbar un muro.

Se dijo en España en 2010 que fue el mejor fichaje del Madrid en ese año, procedente del Benfica portugués. Con la selección ya ha disputado un Mundial, el de Sudáfrica, y ganó el oro olímpico en Pekín como compañero de equipo de Messi y con el actual seleccionador de la absoluta, Sergio Batista, en el banquillo.

Tras ese Mundial afirmó que no tuvo una buena actuación porque no había jugado en su puesto, decisión que tomó el seleccionador de entonces, Diego Maradona, quien le dio responsabilidades defensivas en el equipo. "Nunca me había tocado jugar en esa función", comentó.

Di María es, como Messi, uno de los jugadores preferidos de Sergio Batista, al que le gusta que el equipo "juegue rápido pero no apurado" y que "tenga un buen toque del balón", característica que considera "un bien argentino un poco olvidado en estos tiempos".