A Bonfatti le balearon la casa pero también intentaron dañarlo. Asusta esta actitud irresponsable del gobierno nacional de trasladar a la provincia de Buenos Aires miles de gendarmes para parchar el problema de la inseguridad en un marco electoral, a expensas de otras provincias. Es un ejercicio autoritario del poder.

Son lamentables la declaraciones del ministro de Defensa, Agustín Rossi, al querer sacar rédito político de este suceso.

El avance del narcotráfico en Argentina será imparable sin las políticas adecuadas.