Así de claro lo quiero decir: tras las vergüenzas que ha dado Francia en esta Copa Mundial y tras todos los osos que han causado durante el torneo, yo quiero que todos lean que mejor hubiera venido Irlanda.

Mis razones son varias, no sólo el mal momento que vive el conjunto galo, sino que en realidad los irlandeses tenían todas las armas para venir y dar un gran Mundial.

Vamos a comenzar a hablar de lo que ha pasado con Francia, primeramente llegó a Sudáfrica de manera muy polémica, algo que los amantes del futbol se saben de memoria, gracias a la mano de Thierry Henry.

Y no contentos con esto, Raymond Domenech dejó fuera a futbolistas de gran calidad y jóvenes, como el delantero Karim Benzeman, así como el mediocampista Lasanna Diarra, aunque este último se le perdona porque se encontraba con problemas estomacales graves.

Pero el verdadero circo fue ya en Sudáfrica, donde el conjunto galo comenzó a despedazarse posteriormente al primer partido, donde empataron a cero goles ante Uruguay.

La prensa francesa, que ya estaba en contra de su propio equipo desde antes del Mundial, comenzó a hablar mal del equipo, de la falta de disciplina y entrega de los jugadores. Y cuánta razón tenían, tras caer ante México por 2-0, el vestidor de los europeos explotó, ya que el atacante Nicolas Anelka le reprochó a Domenech el haber sido substituido durante el encuentro.

Con palabras altisonantes, Anelka dio a conocer su enojo, y tras que la prensa se enteró de este problema, el jugador fue expulsado del equipo francés por indisciplina.

Y para agravar más las cosas, este domingo los futbolistas galos se negaron a entrenar debido a los constantes problemas que ha tenido esta oncena durante el Mundial. Esto fue después de que Patrice Evra discutió con el preparador físico Robert Duverne.

La gota que derramó el vaso fue la renuncia del director deportivo de la Federación Francesa de Futbol (FFF), Jean-Louis Valentin.

Irlanda iba a llegar a este Mundial con una gran racha de 12 partidos consecutivos sin conocer la derrota, pero tras la mano de Henry el equipo se quedó sin la oportunidad de participar en este certamen. Con grandes jugadores, el cuadro europeo se suponía que iba a ver brillar a los futbolistas John O'Shea, Damien Duff, Kevin Doyle y claro está Robbie Keane.

Francia sigue dando vergüenzas mientras que los aficionados irlandeses agradecen que la justicia divina se esté dando a conocer hasta estas tierras sudafricanas.

Por Manuel R. Medina