El ejemplo de Santa Fe
La gran ganadora de las elecciones de ayer fue la provincia de Santa Fe y su ejemplo democrático. Vale la pena que todo el país se mire en ese espejo. Hubo elecciones internas abiertas de verdad. Fue el voto de los santafesinos de a pié el que eligió los candidatos a gobernador.
La gran ganadora de las elecciones de ayer fue la provincia de Santa Fe y su ejemplo democrático. Vale la pena que todo el país se mire en ese espejo. Hubo elecciones internas abiertas de verdad. Fue el voto de los santafesinos de a pié el que eligió los candidatos a gobernador. Al revés de la vergüenza porteña, en Santa Fe, no hubo dedocracia ni componendas de laboratorio, ni arreglos de cúpulas ni pactos debajo de la mesa. Todo fue transparente y a la vista del ciudadano.
Eso fortalece al sistema democrático. Abre las puertas y ventanas de los partidos. Ilumina las zonas oscuras donde muchas veces florecen la truchada y el acuerdo a espaldas de la gente. Y como si esto fuera poco, fue sumamente exitoso el primer experimento de boleta única. Otro triunfo de la calidad democrática. Una decisión inteligente y transparente de las instituciones republicanas que limpió de un plumazo a los tramposos que traficaban boletas.
El resto de los vencedores son de carne y hueso. Son los grandes bendecidos por el voto del pueblo. Por esa sagrada soberanía que siempre hay que respetar. Las urnas consagraron a Antonio Bonfatti y Agustín Rossi pero también hay que contabilizar los grandes logros de de Hermes Binner y de Cristina Fernández de Kirchner. También fue premiada la apuesta de Mauricio Macri por Miguel del Sel que desarmó los prejuicios de los dogmáticos que suelen despreciar los fenómenos de popularidad silvestre. El primer gobernador socialista de la Argentina, el médico Hermes Binner quedó en condiciones inmejorables.
Podrá elegir si va a ser candidato a presidente con Víctor de Gennaro de vice y el apoyo de Luis Juez, Pino Solanas y Margarita Stolbizer entre otros o completará la fórmula de Ricardo Alfonsín. Es una decisión estratégica. Deberá decidir si apuesta a construir una nueva opción progresista a la izquierda de los grandes partidos tradicionales o si decide consolidar el polo socialdemócrata que en su provincia tuvo tanto éxito en la provincia y en la intendencia de Rosario que conducen desde hace 15 años. El riesgo de elegir la primera posibilidad es que se rompa la segunda.
El país no kirchnerista estará mirando hacia donde inclina Binner la balanza. Sostuvo con convicción y audacia a Antonio Bonfatti y consiguió un premio a su coherencia y seguramente a su gestión. La gran actuación del jefe del bloque de diputados nacionales Agustín Rossi tiene que ver con que nunca se escondió y puso la cara en los momentos donde el kirchnerismo era mala palabra en su distrito. Durante el conflicto con el campo, Rossi tuvo que bancarse escraches por defender la camiseta de Cristina Fernández. Ahora que la presidenta mejoró notablemente su imagen e intención de voto era natural que Rossi cosechara lo que había sembrado. Como dicen los muchachos en la tribuna: estuvo en las malas y en las buenas y esa lealtad suele ser premiada por los seres humanos. Rossi tuvo que superar varios inconvenientes adentro del Frente para la Victoria.
El que más bronca le dio fue el apoyo del gobierno nacional hacia Rafael Bielsa. No lo dirá jamás públicamente pero siente que el merecía ese reconocimiento que si encontró en la militancia del Movimiento Evita, por ejemplo, que es muy fuerte en Santa Fe. El gran ausente, Carlos Reutemann ya dijo que va a acompañar a Rossi. Nada quiere más en la vida el Lole que ayudar a la derrota del socialismo y que el peronismo recupere la provincia que gobernaron durante 24 años desde la recuperación democrática. Siente que el socialismo lo lastimó personalmente.
La revelación fue sin duda Miguel Del Sel. Es un artista popular muy querido que tuvo un discurso sencillo que habló de los temas que sufren los más pobres en su vida cotidiana. Es también un mensaje para aquellos que creen que la política es solo para los políticos profesionales. Hay demandas insatisfechas y muchas veces se utiliza un lenguaje dogmático e incomprensible. Son las primeras conclusiones que se pueden sacar después de la expresión popular. La más importante es que ganó Santa Fe y la democracia. Y eso merece ser festejado por todos.