El enojo (de Cristina) ante la realidad
Cuando la presidenta ganó era el momento de convocar a lo que ella llama verdaderos actores. Hoy es un manotazo de ahogado. En tres meses no se podrá revertir nada.
El enojo es una mala predisposición a la realidad. Los dichos de la presidenta sobre el triunfo oficialista en la Antártida me hicieron acordar a algo similar que ocurrió con Carlos Menem.
Con esta actitud, es poco probable que al gobierno le vaya mejor en octubre, porque no van a cambiar nada, lo demuestra el discurso de Cristina Fernández.