En un extenso artículo, la periodista Sarah Palin describió al Papa Francisco como "algo liberal". El comentarista político Rush Limbaugh ha llegado a utilizar la frase "puro marxismo", para describir las ideas del religioso de que la moderna "cultura de prosperidad" ha anestesiado a la gente ante las miserias de los pobres. Y muchos más conservadores han cuestionado su comentario sobre los curas homosexuales: "¿Quién soy yo para juzgar?" Así que, ¿quién es el Papa Francisco?
La edición americana de ROLLING STONE ha enviado al corresponsal Mark Binelli al Vaticano para realizar un retrato de Su Santidad, nacido Jorge Mario Bergoglio hace 77 años en Buenos Aires. Binelli descubrió a un hombre que está marcando una distancia notable con la tradición del Vaticano, atajando problemas políticos de frente y con una actitud más inclusiva hacia los derechos humanos.
En menos de un año, desde que comenzó su papado, ha hecho mucho para distanciarse de papas anteriores y alzarse como el papa de la gente. Francisco ha declinado vivir en el Palacio Apostólico, para residir en la casa de invitados, liberándose del aislamiento del clero en el Vatinaco. Ha optado por moverse por la ciudad en un Ford Focus en lugar de una limusina con chófer. Paga sus facturas de hotel y lleva su propia agenda. Y, mientras Binelli estuvo en Italia, dijo a los congregados en la plaza, en plena tormenta, que le gustaría poder bajar y estar con ellos. "Parecía que lo decía de verdad", relata Binelli.
Una fuente interna del Vaticano comenta en el reportaje cómo Francisco ha optado por la privacidad y la independencia de una manera que sus predecesores no habían hecho. "Juan Pablo II y Benedicto ambos tenían un círculo íntimo, así que esto es muy desconcertante para la gente de dentro", dijo a la revista Rolling Stone. "¿Tiene Francisco una sala de control? No, probablemente no. Pero, ¿con quién habla? Nadie lo sabe realmente".
Más allá de ser una alternativa más amigable que Benedicto XVI -su predecesor, que fue el primer Papa a dimitir de su cargo en 700 años y que tenía un punto de vista mucho más draconiano sobre la homosexualidad- el Papa Francisco ha comenzado a investigar posibles casos de corrupción dentro de la iglesia. Ha explorado maneras de lidiar con el problema de la pedofilia, evaluando posibles fórmulas para tomar medidas y asesorar a las víctimas.
"Francisco ya está cambiando la iglesia de manera real a través de sus palabras y gestos simbólicos", declara a Rolling Stone el Padre Thomas J. Reece, analista del diario izquierdista Nacional Catholic Reporter. "Podría sentarse en su oficina, ponerse a revisar la ley canónica y empezar a cambiar las reglas y regulaciones. Pero eso no es lo que la gente quiere que haga".
Desde su elección, la asistencia a los eventos papales en el Vaticano se han triplicado a 6,6 millones de personas, según informa Binelli . A través de citas de expertos del Vaticano y de una atractiva biografía que muestra cómo el Papa luchó en tiempos oscuros para emerger como el principal candidato al papado, Rolling Stone le presenta como un hombre atado a la tradición religiosa, por un lado, y a la lucha para llevar a la iglesia a una nueva era, por otro. Como indica el clásico de Dylan y el titular de portada, "The times, they are a-changin" (Los tiempos están cambiando).