Con la intención de limpiar la imagen y el funcionamiento del cuestionado banco vaticano, el papa Francisco volvió a poner a un hombre de confianza en el Instituto para las Obras de Religión (IOR). Se trata de su secretario personal, el maltés Alfred Xuereb, a quien designó "delegado" de las dos comisiones que ha creado sobre las actividades económicas de la Santa Sede, para que vigile y le informe de cómo proceden los trabajos.

La oficina de prensa del Vaticano publicó hoy este nuevo nombramiento en el que se explica que el nuevo cargo de monseñor Xuereb es el de "vigilar a las comisiones y mantener informado" al Papa, "en colaboración con la Secretaria de Estado, sobre cómo proceden los trabajos de las comisiones y las posibles iniciativas que se pueden tomar".

De esta manera, Jorge Bergoglio remarca nuevamente su interés en seguir activamente las reformas que pretende sobre las actividades económicas del IOR, que fue eje de escándalos por lavado de dinero antes de su pontificado.

El director de la oficina de prensa del Vaticano, Federico Lombardi, recordó que Xuereb, como secretario personal del pontífice "es la persona que sirve siempre de trámite para las informaciones que el papa quiere ofrecer".

Lombardi dijo que el objetivo era facilitar la comunicación entre el Papa y las comisiones a medida que finalizan su tarea antes de una inminente reunión de Francisco con los ocho cardenales que designó como asesores.

"Esta es una fase -agregó Lombardi- en la que las dos comisiones están trabajando intensamente y producen los frutos que serán después sometidos al consejo de cardenales. Es un trabajo intenso y por tanto se ha considerado útil contar con una persona que pueda referir sobre las actividades de estas comisiones".

En la práctica, "se ha querido dar un cargo institucional a la persona que recogerá estas informaciones y garantizará las necesarias comunicaciones", explicó Lombardi.