El Papa visitó esta madrugada el Muro de los Lamentos, el lugar más sagrado del judaísmo, y el cementerio de las víctimas de la Shoá. En este marco, invitó a musulmanes, judíos y católicos a entenderse y pidió que “nadie utilice el nombre de Dios para justificar la violencia en el mundo”.
 
El pontífice llegó al único vestigio del segundo templo judío tras visitar la Explanada de las Mezquitas, tercer lugar más sagrado del Islam, que se alza sobre el lugar en el que los judíos sitúan el templo y que es el corazón del conflicto en Oriente Medio. “Mi peregrinación no sería completa si no incluyese también el encuentro con las personas y comunidades que viven en esta tierra, y por eso, me alegro de poder estar con ustedes, amigos musulmanes”, señaló allí, al reiterar su ruego para que judíos, cristianos y musulmanes “abran sus corazones y su mente para entender al otro”.
 
Llamó a la paz y la justicia evocó la figura de Abraham como ejemplo, ya que las tres religiones monoteístas lo reconocen como padre de la fe y ejemplo a imitar. Además, Francisco se bajó del papamóvil y rezó ante el muro que separa Israel y Palestina en la ciudad santa.
 
En este contexto, los presidentes de ambos países Shimon Peres y Mahmud Abbas informaron que aceptaron la invitación al Vaticano para el 6 de junio.