Situados en la Región de Cuyo, la tierra del vino, los estadios de Mendoza y San Juan comenzaron la cuenta atrás para un evento deportivo que hará historia en esas ciudades argentinas.

Uno vive la expectativa previa a todo nacimiento. El otro se muestra revitalizado después de varias décadas de abandono. Separados por apenas 170 kilómetros, ambos escenarios ajustan a contrarreloj los últimos preparativos para lucir impecables el próximo mes de julio, cuando el balón empiece a rodar y la 43 edición de la Copa América de fútbol sea una realidad.

El Estadio Malvinas Argentinas, de la vecina Mendoza, tendrá que esperar hasta el día 8, cuando los peruanos se midan con los mexicanos y los uruguayos hagan lo propio ante los chilenos.

En busca de la gloria perdida

A punto de cumplir 33 años, el Estadio Malvinas Argentinas parece vivir su propio "deja vu" mientras cientos de obreros trabajan incansablemente desde enero para volver a convertirlo en uno de los mejores escenarios futbolísticos del país.

Inaugurado con ocasión del Mundial'78, evento desde el cual no sufrió modificaciones importantes, el escenario está situado en una "olla natural", en las estribaciones del Cerro de la Gloria, a escasos cinco kilómetros del centro de la capital mendocina.

Su primer nombre fue el de Estadio Ciudad de Mendoza, pero posteriormente fue rebautizado en honor a la guerra que Argentina y el Reino Unido libraron en 1982 por la soberanía de las islas Malvinas.

En la primera ronda de la Copa del Mundo de 1978 fue sede del Grupo D, integrado por Irán, Perú, Escocia y Holanda -selección que sería vencida en la final por Argentina-, mientras que en la segunda fase albergó a brasileños, peruanos y polacos.

Desde mediados de la década pasada, el estadio albergó los torneos de verano del fútbol argentino e incluso durante una temporada fue la casa del bonaerense Argentinos Juniors, en una estrategia de mercadotecnia de la empresa que por entonces administraba el fútbol del club que tuvo rápida fecha de vencimiento.

En 2001 se jugaron allí varios partidos del Mundial de fútbol Sub'20, también ganado por Argentina, y en 2005 fue sede de la Copa del Mundo de rugby para menores de 21 años. Ha sido utilizado por el San Martín y el Independiente Rivadavia, dos de los más populares equipos locales, aunque en la actualidad el que lo ha adoptado como fortaleza propia es el Godoy Cruz, el único club de la provincia que milita en la Primera División y que este año, por primera vez en su historia, disputa la Copa Libertadores de América.

El Malvinas Argentinas, con un aforo para 48.000 espectadores, promete brillar con su actualización tecnológica y en materia de seguridad, sus nuevos accesos, vestuarios y baños, además de relucientes butacas y sistema de iluminación.

Carlos Werd.