Francisco, en su primera misa de 2014: "Fuerza, coraje y esperanza para el nuevo año"
En la plaza de San Pedro, el argentino dirigió su discurso a miles de fieles con mensajes de esperanza; exhortó a lideres mundiales a colaborar con las países menos favorecidos
El Papa Francisco inició el año con una misa en la basílica de San Pedro, en el Vaticano, la primera de 2014.
El Sumo Pontífice afirmó que más que nunca es significativo volver a escuchar "palabras de fuerza, de coraje, de esperanza", en las lecturas bíblicas de hoy, en particular de la "antigua oración de bendición que Dios sugirió a Moisés".
Resaltó que estas palabras "no inspiran una esperanza ilusoria, basada en las frágiles promesas humanas; ni siquiera una esperanza ingenua que imagina mejor el futuro simplemente porque es futuro; es una esperanza que tiene su propia razón en la bendición de Dios, una bendición que contiene el augurio más grande, el de la Iglesia a cada uno de nosotros, lleno de toda la protección amorosa del Señor, su providente ayuda".
Durante la homilía, pronunciada ante miles de creyentes que atiborraban la basílica, el Papa confió a la Virgen María "la sed de justicia y paz" del mundo entero.
Advirtió que "la crisis actual, con graves consecuencias para la vida de las personas, puede ser, sin embargo, una ocasión propicia para recuperar las virtudes de la prudencia, de la templanza, de la justicia y de la fortaleza".
"El hecho de que las crisis económicas se sucedan una tras otra debería llevarnos a las oportunas revisiones de los modelos de desarrollo económico y a un cambio en los estilos de vida", sostuvo, en su discurso titulado La fraternidad, fundamento y camino para la paz , en el que exhortó a los jefes de estado, sobre todo de los países más ricos y favorecidos, a ayudar a los países menos desarrollados.
"Pablo VI afirmaba que no sólo entre las personas, sino también entre las naciones, debe reinar un espíritu de fraternidad. Este deber concierne en primer lugar a los más favorecidos", subrayó.