Francisco pidió "no condenar" a quien fracasó en su matrimonio
El papa Francisco volvió a referirse hoy al divorcio y exhortó a "acompañar" y "no condenar" a los matrimonios que fracasaron
El papa Francisco volvió a referirse hoy al divorcio y exhortó a "acompañar" y "no condenar" a los matrimonios que fracasaron, uno de los temas que será tratado en el sínodo extraordinario convocado para octubre próximo para tratar los retos y desafíos que enfrenta la familia.
Así lo señaló en la homilía de la misa matutina en la capilla de la residencia Santa Marta, según informó hoy Radio Vaticano.
"Cuando el amor fracasa, porque muchas veces fracasa, debemos sentir el dolor del fracaso, acompañar a las personas que tuvieron este fracaso en su propio amor", dijo el papa argentino y pidió "no condenar" sino "caminar con ellos".
"¡Qué bonito es el matrimonio, qué bonita la familia, qué bonito este camino y cuanto amor!. Y cuanta cercanía tenemos que dar a los hermanos y hermanas que en la vida han tenido la desgracia de fracasar en el amor", sostuvo.
Las separaciones y la administración de los sacramentos a los divorciados y vueltos a casar están al tope de los temas que -en los últimos días- Francisco analizó en reuniones con cardenales y obispos, en preparación al sínodo extraordinario de octubre, dedicado a los retos y desafíos que enfrenta la familia en la actualidad.
Así como lo hizo ante los cardenales en el consistorio de la semana pasada, en su homilía de hoy, el pontífice pidió "no caer en la casuística" a la hora de afrontar estos temas.
"Esta es la trampa, detrás de la casuística hay siempre una trampa. Contra la gente, contra nosotros y contra Dios", dijo Jorge Bergoglio y pidió a Dios la gracia para "no caer en los comportamientos casuísticos de los fariseos".
Además, el papa defendió la "belleza del matrimonio" en el "que el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer y en dos forman una carne sola" y aseguró que "Dios no quiere al hombre solo".
Por último, pidió que no se hable de un "Cristo demasiado soltero", ya que Jesús "se casó con la Iglesia y no se puede entender Cristo sin la Iglesia y la Iglesia sin Cristo".