289 días pasaron desde que Susana Freydós asesinó a su marido, el gobernador de Río Negro, Carlos Soria.

Lo mató en Año Nuevo, cuando Soria llevaba apenas tres semanas en el cargo.
Hoy empezó el juicio, en el que Freydós está imputada de homicidio calificado agravado.

Llegó acompañada por su abogado y una acompañante terapéutica. Mantuvo siempre la mirada baja, se negó a declarar y pidió ausentarse de la sala por lo que resta del juicio.

Aunque en la etapa de instrucción para el fiscal quedó acreditado que Freydós tenía conciencia de la criminalidad de sus actos, la viuda de Soria no estuvo ni un día presa.

Pasó este tiempo internada en la unidad psiquiátrica de un hospital, y si bien puede ser una medida razonable, porque no había riesgo de fuga ni podía interferir con la investigación, la pregunta es si otra mujer, en la misma situación, llegaría a esta misma etapa sin pasar ni un día por la cárcel.