Garré sabía
¿Cuánto tiempo durará en su cargo el comandante general de la Gendarmería Héctor Schenone después de que Horacio Verbitsky lo caracterizara como un hombre de la DEA? DEA son las siglas en ingles de la agencia antidrogas de los Estados Unidos y ningún gobierno que se diga nacional y popular puede permitir semejante atropello a la soberanía
¿Cuánto tiempo durará en su cargo el comandante general de la Gendarmería Héctor Schenone después de que Horacio Verbitsky lo caracterizara como un hombre de la DEA? DEA son las siglas en ingles de la agencia antidrogas de los Estados Unidos y ningún gobierno que se diga nacional y popular puede permitir semejante atropello a la soberanía.
¿Qué dirá ahora el senador nacional Aníbal Fernández que fue apuntado por el mismo periodista como responsable del proyecto X que fue definido como una estructura de espionaje ilegal? Hasta ahora el ex jefe de gabinete solo había dicho “Que proyecto X, ni que ocho cuartos, eso no existe. No es un trabajo de inteligencia sino un trabajo inteligente”. Al parecer para la ministra de Seguridad actual, Nilda Garré el proyecto si existe y por eso ordenó una auditoría interna para extirpar de la fuerza a los responsables. Se rifan por lo menos dos pases a retiro y el jefe de los gendarmes y el director de inteligencia criminal, comandante general Marcelo Martinengo compraron todos los talonarios.
El propio ministerio en forma oficial ha dicho que el reciente desplazamiento de 19 comandantes de la cúpula de la gendarmería no tiene nada que ver con el escándalo del espionaje progre tipo KGB sino con la rutina habitual de ascensos y retiros.
Digo esto porque hace mucho que Horacio Verbitsky se comporta en sus escritos como asesor y vocero de Nilda Garré. Cada vez que escribe algo es un anticipo de lo que piensa y de lo que hará la ministra.
Así como muchos jueces se expresan a través de sus fallos, la doctora Garré se expresa a través de Verbitsky. Eso lo inhibe de tener una mirada independiente en la búsqueda de la verdad que es la misión principal que debe tener un periodista. Su objetivo prioritario es proteger a la ministra y evitar que se queme con la papa caliente que tiene en sus manos, y por eso cometió algunos errores. Ayer, en Página 12, Verbitsky se enorgulleció de que ese diario era el único que había publicado el año pasado las denuncias sobre la infiltración y el espionaje ilegal y autoritario que la Gendarmería estaba haciendo sobre delegados y militantes de la izquierda mas combativa. Eso no es cierto. Para ser más precisos conviene decir que el 27 de noviembre el periodista Mariano Confalonieri en el diario Perfil también anticipó que la gendarmería estaba violando la ley de Inteligencia.
Por lo tanto la ministra sabe del Proyecto X hace más de 50 días y en todo este tiempo no hizo absolutamente nada para abortarlo. Que Nilda Garré no lea Perfil es comprensible. Es parte de la lógica negadora de la realidad que tiene este gobierno que considera como enemigos al periodismo independiente.
Pero dudo que no lea Página 12. Sería imperdonable que la ministra no haya leído la denuncia en ese diario. Esto confirma que la ministra conocía el tema y que no hizo nada. Recién ahora y después del escándalo se decidió a actuar. Tal vez Aníbal Fernández sea el responsable en el origen porque durante su gestión se armó este centro ilegal de espionaje. Pero Nilda Garré tuvo 50 días de complicidad o de ineficiencia que en un puesto semejante es mas o menos lo mismo. Porque se trata de alguien que está a cargo de la máxima seguridad del estado.
Dicen que después de carnaval se vienen los resultados de las investigaciones y las correspondientes expulsiones de los uniformados. No se sabe de que se van a disfrazar los responsables políticos de este delito. Para Verbitsky fue Aníbal Fernández de acuerdo a lo que escribió ayer.
Pero parece que la serpentina también salpica a Nilda Garre. A veces da la sensación de que la ministra está tan ocupada en atacar por derechosa y autoritaria a las políticas de seguridad de Mauricio Macri y Daniel Scioli que se olvida de realizar una buena gestión propia que supere el campo de la retórica y el recitado de buenas intenciones. El viejo dicho de la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio.