La muerte de la mujer de Mick Jagger, la diseñadora L'Wren Scott, conmocionó al mundo. Propios y extraños se preguntaron por qué una mujer exitosa, en pareja con una gran estrella del rock, linda, vital, tomó la decisión de quitarse la vida.
Lupe Montufar, la empleada doméstica de la mujer, le contó al diario Daily News que Scott aspiraba a casarse con el líder de los Rolling Stones, que quería "tener una familia, pero no se lo decía a Mick".
El músico, que confesó en Facebook que estaba "totalmente conmocionado", aseguó no comprender cómo pudo Scott poner fin a su vida de esta forma tan trágica. De hecho, la banda suspendió el el primer compromiso de la gira de los Stones en Australia y está en duda que lleven adelante la gira.
"Todavía tengo problemas para comprender cómo mi amante y mi mejor amiga ha podido terminar su vida de esta manera trágica", comentó Jagger, y añadió: "Hemos pasado muchos años maravillosos juntos y teníamos una gran vida".
Según Montufar, que convivió con la novia del cantante desde 1993 hasta 2009, la diseñadora sacrificó parte de su vida profesional por centrarse en su vida personal, para poder estar con el músico pero, a pesar de querer formar junto a él una nueva familia, la relación quedó en punt muerto.
Scott le confesó a su empleada y amiga que nunca llegó a manifestarle a su pareja cómo ansiaba esa nueva vida familiar para "no presionarlo". También que Jagger le era infiel a su novia con otras mujeres, pero que ella "a pesar de eso, aceptó".
Según algunos medios británicos, la diseñadora atravesaba fruto de estos problemas una crisis de pareja que les habría llevado a separarse temporalmente y también, desde hacía bastante tiempo, Scott afrontaba numerosos problemas económicos, a raíz de que su empresa LS Fashion había tenido pérdidas de hasta 7,6 millones de euros.
Tras la triste noticia de su muerte se ha investigado acerca de quién llevaba la actualización de sus redes sociales ya que su cuenta de Facebook se había actualizado horas después de su muerte con una última foto en la que aparecía un árbol adornado con vestidos colgado, una instantánea que guarda un desagradable paralelismo con su muerte.