Kirchnerismo explícito
El severo conflicto de poderes que desató el gobierno del matrimonio Kirchner es una clara muestra de la prepotencia con la que se manejan en todos los ámbitos.
El severo conflicto de poderes que desató el gobierno del matrimonio Kirchner es una clara muestra de la prepotencia con la que se manejan en todos los ámbitos. Esta costumbre de agachar la cabeza y embestir ciegamente contra las instituciones es una constante en la metodología de Néstor Kirchner desde que era intendente de Río Gallegos. Atropellar todo lo que se ponga adelante. Apuntarle al medio del que se cruce en su camino y acelerar a fondo. El gobernador Daniel Peralta, casi como un títere movido por los hilos de Néstor, se declaró en rebeldía y desobedeció una orden de la Corte Suprema de Justicia. No es la Corte adicta de Carlos Menem. Es la Corte Suprema con mayor prestigio académico e independencia política de los últimos años.
Las excusas para no cumplir con la ley que repiten tanto Peralta como Aníbal Fernández son de una insólita mirada conspirativa. Dicen que hay un intento desestabilizador de parte de la Corte y algunos socios políticos y también meten en la acusación, cuando no, a los medios de comunicación. Si hay intento destituyente no pueden faltar los medios. Así funciona la cabeza de los Kirchner. ¿Alguien que no sea un fanático puede imaginarse a Carmen Argibay o al doctor Ricardo Lorenzetti complotando secretamente con radicales o peronistas disidentes para voltear a Peralta? ¿Es creíble esa posibilidad o es solo un invento de la imaginación pinguina que apela a cualquier artilugio para hacer lo que se les de la gana y para no cumplir con una orden del máximo tribunal argentino? Una vez mas el pobre Peralta tiene que pagar los platos rotos de Néstor que en 1995 ya se creía un emperador capaz de pasarle por arriba a las instituciones y a los controles republicanos. Un día montó en cólera como suele hacerlo y expulsó de su cargo al procurador Eduardo Sosa porque no se subordinaba como otros a sus órdenes.
El atrevido procurador quería develar el gran misterio fundacional del kirchnerismo que un día los va a llevar a recorrer los tribunales: los oscuros fondos de Santa Cruz. Néstor con venganza dijo que había que confinar a Sosa en un desierto y darle sal cuando pidiera agua. Creyó que con ese castigo se terminaban sus problemas. Pero no contaba con la dignidad y el orgullo de las personas. Perón decía que de rodillas el enemigo se ve mas grande y poderoso y que por eso había que ponerse de pié. Eduardo Sosa se puso de pié. No se vendió ni se alquiló pese a que le ofrecieron una montaña de plata como indemnización y mordaza. No pudieron callarlo porque Sosa no tiene al dinero como un Dios: cree que hay otros valores además de los billetes. No aceptó el dinero que le ofrecían y con gran coraje y voluntad fue a pelear por sus convicciones a los tribunales. La justicia tardó en llegar pero llegó. La Corte ordenó 6 veces reponer a Sosa en su cargo. Ahora, el kirchnerismo dice que las órdenes de la Corte son de cumplimiento imposible. Parece un desafío más que una figura jurídica.
El ejecutivo dice que la orden de otros de los poderes es imposible de cumplir. Por eso la Corte denunció penalmente al gobernador y en el Congreso de la Nación florecieron varios proyectos de intervención parcial o total de la provincia. Aquel cargo que Eduardo Sosa ocupaba fue borrado del mapa mediante chicanas administrativas con toda premeditación y alevosía para dejar a Sosa en la Siberia. El cargo desapareció, no está, no existe mas, es un ente, como dijo el asesino Videla de los desaparecidos. Un procurador que quiere investigar y controlar con independencia es un demonio para los Kirchner. Por eso lo tiraron por la ventana y se llevaron puestos hasta los mínimos códigos de convivencia. Los argentinos asistimos asombrados a estas escenas de kirchnerismo explícito. Y para colmo están fuera del horario de protección al menor.
Sosa, Peralta,Lorenzetti