La cosecha de bronca
¿Qué le pasa al campo? ¿Cuáles son los motivos de la bronca que invade a la mayoría de los productores rurales de la Argentina? Se podría hacer una larga lista y la vamos a hacer. Pero yo creo que hay una razón que es la principal para potenciar la protesta.
¿Qué le pasa al campo? ¿Cuáles son los motivos de la bronca que invade a la mayoría de los productores rurales de la Argentina? Se podría hacer una larga lista y la vamos a hacer. Pero yo creo que hay una razón que es la principal para potenciar la protesta. Me refiero al dolor que produce ser humillado y maltratado por el poder político en general y por la presidenta Cristina Fernández en particular.
Otra vez la jefa del estado trató de “avaros” a los campesinos. Les dijo que esa actitud de codicia era un pecado capital. Desde el campo le contestaron que la soberbia también es un pecado capital. Ya en su momento, Cristina, los había estigmatizado como “piqueteros de la abundancia”. Eso abrió la puerta de todo tipo de descalificaciones. Al parecer, los prejuicios, hacen que la jefa del estado no aprenda de los errores. Que no comprenda que maltratando a alguien lo único que logra es fomentar el resentimiento.
Tal vez los 12 millones de votos que cosechó legal y legítimamente le hayan hecho olvidar de la cosecha de bronca de la 125 y de aquella paliza parlamentaria, política y callejera por la masividad de sus actos. No se pueden hacer comparaciones porque muchas cosas han cambiado. Pero lo que se mantiene inmodificable es la hostilidad permanente que los empresarios y trabajadores del campo siguen recibiendo.
Edgardo Depetri, un funcionario muy cercano a Cristina escribió que el campo “utiliza herramientas extorsivas y destituyentes guiadas por el egoísmo y el odio”. Ricardo Forster, de Carta Abierta fue en esa misma línea. Caracterizó a los caceroleros como “golpistas de cuarta” y a los productores como “conspiradores corporativos y predemocráticos”.
Ider Peretti, el productor de Morteros que conmovió con su llanto a Cristina delante del ataúd de Néstor Kirchner no se anduvo con chiquitas. Dijo que la Mesa de Enlace “hace terrorismo por el terrorismo mismo” y que ni siquiera son productores porque viven del arriendo del campo”. Hoy Peretti es titular del Consejo Argentino de Productores, una entidad inventada por Guillermo Moreno para desafiar la representatividad de las otras organizaciones camperas. Periodistas militantes con el dinero de todos caracterizaron de “gauchiturros” o de “barras bravas de 4x4” a los que están ejerciendo el derecho constitucional de reclamar por sus derechos en forma pacífica.
El que siembra injurias cosecha repudios. El que solo manifiesta agresividad no puede recibir otra cosa que rechazos. Y eso es lo que está pasando en el campo. Otra vez tienen la paciencia llena. La mansedumbre se les acaba porque encima de los insultos hay datos objetivos que los del gobierno nacional no quieren ver.
Le doy algunos que son productos de las pésimas políticas del gobierno nacional: cayó el 30% del área sembrada de trigo pese a que las condiciones climáticas son las mejores de la década. Las plantas de fertilizantes están con el 40% de su capacidad ociosa. La venta de maquinarias agrícolas se cayó en un 25%. La cosecha de granos que llegó a ser de 103 millones de toneladas, caerá a solo 85 millones en esta campaña.
Solo la bendita soja, el yuyito para Cristina, bajó de 52 a 40 millones de toneladas. Ni que hablar de los que padecieron desgracias como la sequía o las inundaciones. La presión fiscal es la mas alta de la historia. Con las retenciones cobran 2,80 pesos por dólar y cuando compran insumos lo pagan a 6 pesos. Una locura.
Hay un proceso de concentración que favorece a los grandes pules de siembra. Eduardo Buzzi dice que han padecido un proceso de exterminio por planificación que hizo desaparecer a 60 mil pequeños productores. No habla de terratenientes ni grandes estancieros ricachones. Habla de afiliados a la Federación Agraria nacida por el glorioso Grito de Alcorta que encima quieren celebrar sin ellos. Una fiesta de cumpleaños sin el que cumpleaños. Otro despropósito kirchnerista.
¿Quiere más datos que fueron fogoneando el paro nacional agropecuario? No hay caminos para sacar la producción. Los fletes cuestan fortunas. El campo aporta 8 mil millones de dólares frescos, es una locomotora de crecimiento. Y hasta tienen que poner plata para la nafta de los patrulleros que cuidan que no les roben.
Las economías regionales reciben monedas y la manzana, las peras se venden carísimas. Lo mismo pasa con el pan, la carne y la leche. El que pone el lomo y el sacrificio es el que menos recibe. Es insólito. Las provincias y las intendencias son sojuzgadas con el grifo de la coparticipación que se abre o se cierra según se arrodillen o se pongan de pie. En su momento, Néstor Kirchner los comparó con los grupos de tarea de la dictadura militar. Se abrieron heridas que poco a poco habían comenzado a cerrar.
Hoy no se sabe bien porque capricho autoritario el gobierno nacional echó sal sobre esas heridas. El campo está en problemas. Los corrales de Liniers están casi vacíos. Hay silencio en las bolsas donde se negocian los cereales. Caen los ingresos y suben los costos dolarizados. Hay mal trato en lugar de diálogo. La bronca es lo que más se cosecha.