La fortuna de Cristina
La fortuna de la presidenta de la Nación es realmente impactante. A cualquiera lo deja con la boca abierta del asombro. Estamos hablando de un patrimonio superior a los 70 millones de pesos y de un incremento en un año del 27%. Esas cifras generan, de inmediato, el natural interés ciudadano por conocer los detalles.
La fortuna de la presidenta de la Nación es realmente impactante. A cualquiera lo deja con la boca abierta del asombro. Estamos hablando de un patrimonio superior a los 70 millones de pesos y de un incremento en un año del 27%. Esas cifras generan, de inmediato, el natural interés ciudadano por conocer los detalles. ¿Cómo hizo el matrimonio Kirchner para convertirse en millonarios en tanto poco tiempo pese a que él fue intendente, gobernador, presidente y diputado en los últimos 24 años y ella diputada, senadora y presidente en los últimos 22 años? Todo este tiempo han sido empleados jerárquicos del estado que recibieron haberes más importantes que el promedio de los trabajadores pero de ninguna manera suficientes para enriquecerse de manera semejante. Son varios los aspectos que llaman la atención de la biografía financiera de la familia.
Primero aquel pecado de origen, durante la dictadura militar, cuando su actividad como abogados era cobrar a deudores inmobiliarios asfixiados económicamente. En varios casos eso significó que el estudio de los Kirchner se quedara con las casas porque sus propietarios no podían afrontar las cuotas de los préstamos con intereses leoninos. Esa actitud fue denunciada muchas veces hasta por sus compañeros de militancia de la época como el ex diputado Rafael Flores quien arriesgó su vida para defender presos políticos y presentar habeas corpus mientras Néstor y Cristina incrementaban su capital.
Otro aspecto que es un letrero luminoso en la declaración jurada es la vergonzosa compra a precio vil de terrenos fiscales muy valiosos en El Calafate que luego vendieron por carretillas de dinero. El ejemplo más contundente es la parecela que adquirieron a 7,50 pesos el metro cuadrado, es decir 132 mil pesos en total y luego transfirieron por 6.300.000. Una habilidad extraordinaria para los negocios. ¿Qué inmobiliaria los habrá asesorado? Y eso que no le hicieron caso a Bravito y vendieron su propiedad sin consultar a … usted ya sabe. Estos malabares difíciles de explicar fueron hechos por un selecto grupo de militantes del Frente para la Victoria que incluyó a varios integrantes de la familia Kirchner y también a algún dirigente político de otra fuerza.
Y finalmente hay muchos peritos contables expertos en analizar este tipo de presentaciones que no pueden creer la suerte que tuvo el matrimonio en dos rubros: los altísimos intereses que los bancos le pagaron en años anteriores por sus plazos fijos, en muchos casos muy por encima del mercado. En algunos casos, 20 veces mas que los intereses de plaza. Y el mismo misterio envuelve a los alquileres que cobraron. Solo en el año 2010, Néstor y Cristina embolsaron la friolera de mas de 10 millones decesos por el pago de sus inquilinos.
La relación entre la riqueza y las personas siempre fue motivo de curiosidad en todos los tiempos. Francisco de Quevedo, uno de los mas grandes escritores del Siglo de Oro español, tituló así una de sus obras mas satíricas: “Poderoso caballero es Don Dinero”. Allá por el 1.600, escribió: “Por importar en los tratos/Y dar tan buenos consejos,/En las Casas de los viejos/Gatos le guardan de gatos./Y pues él rompe recatos/Y ablanda al juez más severo,/Poderoso Caballero/Es don Dinero.
Los Kirchner están entre los presidentes mas ricos de la historia. Es la utopía de la movilidad social ascendente. Como me dijo en broma un militante de un grupo gay esta mañana. Matrimonio igualitario, si. Patrimonio igualitario, también. Hablan de envidia. En el 2003, cuando llegaron al poder el patrimonio presidencial era de 7,4 millones de pesos. Ayer superaron los 70 millones. Un crecimiento espectacular en apenas 8 años. Néstor Kirchner en vida hizo el milagro. Multiplicó los panes y los peces, los plazos fijos y las propiedades que ahora son 28. Y Cristina lo aprendió para siempre: el ahorro es la base de la fortuna.