Hoy se habrá consumado una venganza o un acto de revancha del Gobierno nacional contra Mauricio Macri.

El problema es que no es un asunto estrictamente personal entre Cristina Kirchner y Macri sino que compromete al Banco Ciudad, a sus trabajadores, a sus acreedores y los futuros tomadores de créditos de uno de los pocos bancos que otorga créditos hipotecarios en presos y a largo plazo.

A lo largo del debate en el Congreso, el oficialismo no logró enarbolar ningún argumento razonable para traspasar ahora los fondos de los depósitos judiciales, vinculados a causas que se plantean en la ciudad, desde el Banco Ciudad hacia el Banco Nación.