Ellos son cada vez más marxistas. Y nosotros cada vez más boludos. Ellos, los del gobierno, se aferran cada vez mas a los dogmas de Marx y nosotros, los ciudadanos, seguimos tragando sapos. Ayer los cinco salieris de Cristina anunciaron un nuevo volantazo. Un cambio de frente a lo Bochini. Vienen amagando a la izquierda, amagan, amagan y de golpe, paff, un pelotazo a la derecha. Pasan con una gran velocidad de Karl a Groucho.

Del Marx filósofo prusiano al genial actor cómico norteamericano. Uno dijo:” El motor de la historia es la lucha de clases” y el otro, “Estos son mis principios. Si no les gustan, tengo otros”. Es la ideología del espasmo. Del pragmatismo y la desorientación disfrazada de progresismo.

Pasaron de un saque del traje a rayas para los evasores que había recitado Néstor Kirchner a premiar con un blanqueo a la medida de los delincuentes que evaden y lavan dinero sucio. Grouchomarxismo puro. Si no le gustan mis principios, tengo otros. Resulta que el dólar blue era un mercado ilegal y pequeño y a los que compraron esos dólares ahora los felicitan y les hacen ganar más plata más fácil. Venían proclamando a los cuatro vientos que el objetivo de este gobierno era pesificar la economía. La propia presidenta pesificó sus plazos fijos y perdió una montaña de dinero.

Pero no se hace problemas porque su fortuna no se ve afectada por un pequeño tropiezo. El tema es que hizo el ridículo por cadena nacional y como dijo Perón, del ridículo no se vuelve. ¿Se acuerda cuando Cristina contó burlonamente como un empresario amigo le había dicho a Máximo que comprara dólares que iban a estar a diez pesos? Estaban a 4,80 en ese momento. ¿Se acuerda que Cristina se mofó del dinero que iba a perder ese amigo de la casa? Bueno, el que ríe último ríe mejor, podría contestarle ahora. Porque el dólar superó los diez pesos. ¿Se entiende? El presunto tonto que le recomendó a Máximo que apostara al dólar ganó y la presidenta, que se presume, maneja la economía, perdió. Es que muchas veces la realidad no encaja en el relato. La verdad de la inflación por ejemplo hace estallar el falso termómetro del INDEC. La aritmética no es destituyente o revolucionaria, es una ciencia dura. A los números no se los puede engañar.

Hay una sequía terrible que está afectando al gobierno nacional. La sequía de dólares y de inversiones es grave. Pero peor es la sequía de ideas, de iniciativa y de coherencia. La economía está crujiendo cuesta abajo repleta de problemas. Y como gran solución los 5 subministros de Economía anuncian un jubileo para los delincuentes. Parece joda. Justo en el momento en que la sociedad está pidiendo a gritos que dejen de robar, cuando el Lazarogate puso en la mesa cotidiana de las discusiones a la megacorrucpión del estado mafioso, en ese momento se abren las puertas para que los testaferros de los Lazaros Baez puedan traer el dinero negro y a cambio recibirán aplausos, medallas y besos.
 
Y digo subministros porque fue la presidenta la que ayer recordó que el ministro de economía de Néstor fue el mismo. Como diciendo que hoy, ella es la ministra. Así nos va. Con medidas insólitas que solo multiplican las torpezas que ellos mismos cometieron. Ponen parches y en algunos casos echan nafta para apagar los incendios. ¿O la virtual paralización de la construcción y la actividad inmobiliaria no es consecuencia del cepo? ¿O la nula posibilidad de conseguir financiamiento de YPF no es fiel reflejo de la prepotencia y de la inseguridad jurídica que generaron? ¿O la inflación que no baja no es porque es un tema que se oculta y se malversan sus mediciones? Ayer Guillermo Moreno mostró su cara de piedra cuando dijo que la del INDEC es la verdadera inflación. Y después mostró su cara de culo cuando el joven intelectual Axel Kiciloff daba cátedra.

El mismo Axel que le perdonó la vida a Techint cuando dijo que podía fundirla pero no lo iban a hacer. ¿Cómo van a hacer para que vengan dólares a la Argentina si no pudieron parar la fuga de 80 mil millones de dólares desde el 2007? ¿Cómo van a generar confianza si todos los días tapan un hueco con otro? ¿Cómo van a hablar de revolución y de ética con dos blanqueos destinados a favorecer a los estafadores? Tienen suerte los gobiernos corruptos en la Argentina.

Tienen suerte porque la mayoría de los habitantes somos trabajadores honestos que pagamos todos nuestros impuestos, que creemos que el progreso debe ser producto del esfuerzo y la innovación, que no cobramos ni pagamos coimas, que no tenemos dinero en negro, en síntesis, que somos, unos verdaderos boludos atómicos. A lo mejor hay un bono para nosotros. El BOLUDIN (Bonos para Lunáticos sin Dinero), los BOLUDIN de cancelación inmediata cotizan en bolsa. Pobre Argentina: decentes abajo y corruptos arriba. Boludos abajo y marxistas arriba. Lo único que falta que canten: “Groucho, Groucho corazón/ Acá están los pibes/ para la liberación”.