Lionel Messi es a los 23 años la llama viva del fútbol argentino, el único jugador "indispensable" de la selección argentina que disputará la Copa América y las eliminatorias del próximo Mundial, como afirmó el director general de las selecciones de su país, Carlos Bilardo.

La frase del ex seleccionador tuvo tan amplia repercusión como aceptación en el mundillo futbolístico argentino, como cuando el mismo Bilardo dijo en los años ochenta que el único titular y capitán del equipo nacional que él dirigía era Maradona, y ganó con él el Mundial de México'86.

Messi ha conquistado todo con el Barcelona, es Balón de Oro de los dos últimos años y durante bastante tiempo la prensa de su país insistió en que era un jugador distinto con la “albiceleste” al que brillaba con la azulgrana.

Entraron en esa consideración su escasa gravitación en el equipo que disputó el Mundial de Alemania 2006 y la Copa América de Venezuela 2007. Y se completó esa impresión con el pobre rendimiento del conjunto en las eliminatorias y el Mundial de Sudáfrica 2010, torneo en el que no logró marcar goles.

Pero todo cambió tras ese torneo, con una actuación notable y un tanto espectacular que marcó en la goleada en el amistoso ante España (4-1) y consolidó el ascenso de su nivel cuando el seleccionador Sergio Batista le situó en el campo como delantero centro.

"Sentí una alegría grande tras aquella ovación que recibí ante España, porque no me había pasado en Argentina. Lo esperaba porque quería que la gente de mi país me tratara como la gente de fuera. Esperemos que los hinchas lleguen a la Copa América tan ilusionados como nosotros", comentó.

"Tenemos muy buenos jugadores y lamentablemente todavía no podemos conseguir cosas importantes" con la selección argentina, admitió. "Pero ahora tenemos una nueva oportunidad delante de nuestra gente en la Copa América y sería algo muy lindo ganarla para seguir trabajando con tranquilidad", con vistas al Mundial.

Messi ha dejado de ser un pibe, ya es un hombre, y en Argentina esperan que su madurez ayude a la selección a encarar una etapa de triunfos.