Se cae de maduro
Entre la Argentina kirchnerista y la Venezuela chavista hay mas relaciones carnales que hermandad latinoamericana.
Entre la Argentina kirchnerista y la Venezuela chavista hay mas relaciones carnales que hermandad latinoamericana. El concubinato está tapizado de operaciones corruptas y las coincidencias entre las realidades de ambos países se dan en los aspectos más repudiables. ¿Qué nos une hoy con Venezuela? Para empezar compartimos el podio de los países con mayor inflación planetaria. Batimos todos los records. Somos campeones del mundo.
Y no me vengan con que eso le pasa a todos los países que crecen y se multiplican porque todos las naciones de la región, incluso algunas que están mas a la izquierda todavía como Bolivia o Ecuador han crecido con una inflación razonable y controlada. Ni Brasil ni Uruguay tienen ese problema y crecieron tanto o más que nosotros. Así que no es un problema ideológico. No es un castigo del imperialismo. Es pura mala praxis y cesarismo berreta. Otra cosa que compartimos entre ambas sociedades, la venezolana y la nuestra, es que están atravesadas por el drama de una inseguridad que crece diariamente sin que se adopten medidas serias y eficientes. En Caracas y en Buenos Aires cada vez es más probable sufrir un robo o un crimen. Seguro que cada día estás más inseguro.
En otros sentidos, es cierto que estamos hermanados. Ayer Nicolás dijo que se sentía el segundo presidente kirchnerista de Venezuela. Es como decir que Cristina es la segunda presidenta chavista de Argentina. Espero que no transformen a nuestro bendito país en la República Bolivariana de Argentina. Tanto allá como acá, los gobiernos le han declarado la guerra a la libertad de expresión y al ejercicio del periodismo o una justicia independiente. En ambas naciones se utilizó el autoritarismo mesiánico para todo tipo de persecución y amenazas o las cadenas nacionales desbordadas.
Por cada 5 minutos de Capriles en la televisión le correspondieron 17 horas a Maduro. Así maduró el nocaut y la trampa. El resultado es bastante parecido: una sociedad fracturada que va a tardar años en reconciliarse y cerrar las heridas que abrió tanto fanatismo. La boliburguesía chavista enriquecida tiene la misma matriz de negocios y negociados con el estado que el capitalismo de amigos pingüino. Hay infinidad de escándalos que hablan de corrupción.
La embajada paralela liderada por Julio de Vido y sus muchachos. La valija de Antonini Wilson repleta de dólares negros que vino en un avión de una empresa estatal argentina y la propia presencia de Antonini en la casa de gobierno pese a la negativa inicial de Aníbal Fernández. ¿Se acuerda de las coimas del 15% que hubo que pagar para exportar maquinaria agrícola? Teléfono celular, bautizaron socarronamente a esa operación. Si no le ponían el 15 adelante, no funcionaba. Algún día fiscales y jueces investigarán el barril de petróleo sin fondo de la delincuencia que han sido los barcos y barcos llenos de combustible venezolano o la bicicleta financiera de dólares negros que se hicieron en Venezuela. O los prestamos que parecían de solidaridad de la Patria Grande y eran con intereses usurarios. Ayer en la cancha de All Boys, el kirchnerismo militante le rindió honores a Nicolás. En el escenario, una bandera gigante mostraba los rostros de Chávez y Bolívar junto a los de Néstor Kirchner y el general José de San Martín con la siguiente leyenda: “Hombres como ellos no se mueren, se siembran”.
Comparar a Chávez con Bolívar es un problema de los venezolanos. Pero comparar a Néstor con San Martín me parece un grosero exceso de ideologitis, casi una caricatura que la historia se encargará de poner en su lugar. Ayer Nicolás habló como un comandante obrero y revolucionario. El mismo Nicolás que denunció que Chávez fue envenenado por el imperialismo y que luego hizo silencio y no aportó una sola prueba. Ni los cubanos se atrevieron a decir que los pitiyankis le habían inoculado el cáncer. El mismo Nicolás que durante la campaña habló a los silbidos con Chávez que bajó del cielo convertido en pajarito. Se cae de maduro quien es Nicolás.
Hay un vallenato de Diómedes Díaz que dice: “Que conmigo te has comido las verdes y las maduras/ déjense de locuras/ nada van a conseguir. Tiene que ver con un dicho popular bien caribeño que habla de soportar los malos tiempos hasta que lleguen los buenos. Hasta que madure una Nación que esté bien lejos de Maduro. Aunque por ahora la cosa este muy verde. Se cae de maduro que los argentinos no queremos presidentes como Nicolás Maduro. Que apostamos a la democracia y a la convivencia en paz, a la equidad social y a la libertad. Aunque nos falte madurar como pueblo. Porque al que madura, Dios lo ayuda.