El presidente israelí, Shimon Peres, ratificó hoy que "habrá tratativas de paz" con Palestina, tras la mediación ofrecida ayer por el papa Francisco en el marco de su histórica peregrinación por Tierra Santa.


"Su Santidad trabaja tanto para que haya paz en esta región, estamos con usted con todo el corazón y nuestra alma", dijo el mandatario al participar de un acto junto al pontífice en Jerusalén, en el tercer día de su gira.


"Habrá tratativas de paz para que exista un Estado de Israel y un Palestino, estamos listos para esa paz", confirmó el premio Nobel de la Paz.


"Sólo una constructiva perseverancia puede lograr la paz. Solo la paz es capaz de acabar con la pobreza, superar el desespero. Solo la paz puede liberar a los pueblos de la tiranía", agregó el mandatario en la sede de la presidencia israelí.


"Sé que se ha mantenido firme como una roca frente a cualquier intento de vincular religión y terror. Y que aspira a crear una plataforma global común, regional e internacional, para la paz. Nosotros nos sumamos en cuerpo y alma en ese esfuerzo para borrar el crimen y reemplazarlo por las puertas de la paz", dijo Peres.


"Su visita a Tierra Santa es una importante oportunidad para que nos unamos en una oración conjunta por la paz dirigida al cielo", remarcó Peres. "Nos honra poder ofrecer esa oración donde sea, en nuestra casa o en la tuya", agregó.


"Creo que su visita y su llamamiento a la paz tendrán eco en toda la región y contribuirán a revitalizar a los esfuerzos para completar el proceso de paz entre nosotros y los palestinos, fundamentado [en la idea] de dos estados viviendo en paz". "Un Estado judío, Israel, y un Estado árabe, Palestina", concluyó.


El papa invitó ayer a Peres y al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, a reunirse en el Vaticano para "elevar una intensa oración pidiendo por la paz".


Los mandatarios aceptaron concurrir al encuentro a realizarse en fecha todavía no definida, pero que sería en las próximas semanas ya que el cargo de Peres finaliza a finales de junio.


Francisco, que al entrar en la casa de Peres dijo haber sentido "que entró en la casa de un hombre justo y bueno", expresó su admiración por el presidente israelí y destacó que ambos comparten anhelos y visiones comunes sobre la paz.


"Le manifiesto mi reconocimiento y mi admiración por esta actitud", expresó, después de llamarlo "un hombre de paz y artífice de paz".


Francisco recordó que "la construcción de la paz exige sobre todo el respeto a la libertad y a la dignidad de la persona humana, que judíos, cristianos y musulmanes consideran igualmente creada por Dios y destinada a la vida eterna".


"A partir de este punto de referencia que tenemos en común, es posible proseguir en el empeño por una solución pacífica de las controversias y los conflictos", agregó.


"A este respecto, renuevo el deseo de que se eviten, por parte de todos, las iniciativas y los actos que contradicen la declarada voluntad de alcanzar un verdadero acuerdo y de que no nos cansemos de perseguir la paz con determinación y coherencia", añadió.


Francisco subrayó además que se debe rechazar "cualquier tipo de discriminación por motivos raciales o religiosos, la pretensión de imponer el propio punto de vista en perjuicio de los derechos del otro, el antisemitismo en todas sus formas posibles, así como la violencia o las manifestaciones de intolerancia contra personas o lugares de culto judíos, cristianos y musulmanes".


"CIUDAD DE LA PAZ"


En su discurso, Francisco pidió además que Jerusalén sea la verdadera "ciudad de la paz", una ciudad viva abierta a todas las personas que quiera visitarla hoy y deseen hacerlo en el futuro.


"Qué bello que los peregrinos y los residentes puedan acudir libremente a los Lugares Santos y participar en las celebraciones", dijo frente a Peres.


"Los lugares santos no son museos o monumentos para turistas, sino lugares donde las comunidades de creyentes viven su fe, su cultura, sus obras de caridad. Por eso, se deben salvaguardar para siempre en su sacralidad, tutelando así no sólo el legado del pasado, sino también a las personas que los visitan hoy y que los visitarán en el futuro", afirmó.


"Que Jerusalén sea verdaderamente la ciudad de la paz. Que resplandezca plenamente su identidad y su carácter sagrado, su valor universal religioso y cultural, como tesoro para toda la humanidad. Qué bello que los peregrinos y los residentes puedan acudir libremente a los lugares santos y participar en las celebraciones", agregó.


Más temprano, el pontífice visitó el Muro de los Lamentos, el lugar más sagrado del Judaísmo, situado en el corazón del casco viejo de Jerusalén, al que se acercó para dejar una oración.


Jorge Bergoglio también se reunió con los dos principales rabinos de la ciudad, el Gran Rabino Askenazi, Yona Metzger, y el Gran Rabino Sefardí, Shlomo Amar, a los que instó a continuar y profundizar en el camino de amistad iniciado tras el Concilio Vaticano II.


El papa mantendrá hoy un encuentro con los sacerdotes, religiosos, religiosas y seminaristas en la iglesia de Getsemaní cerca del Huerto de los Olivos, además de oficiar la Santa Misa con los Ordinarios de Tierra Santa.



Agencias EFE, AFP y Télam