Trump y Putin, extraña pareja
Mientras Hillary Clinton se convierte en víctima de sí misma por el escándalo de los correos electrónicos, el candidato republicano arría las banderas de su partido elogiando al presidente de Rusia
Cuando todo parecía calmarse después de los escándalos desatados por las intromisiones de Vladimir Putin y de WikiLeaks en las presidenciales de los Estados Unidos, el FBI desató otro vendaval. Su director, James Comey, aportante en las últimas campañas republicanas, anunció que investiga nuevos correos electrónicos que comprometerían a Hillary Clinton. Surgieron de una pesquisa paralela, la de Anthony Weiner, ex congresista demócrata y marido en trámite de separación de Huma Abedin, persona de máxima de Hillary en el Departamento de Estado y en la campaña electoral. Weiner fue descubierto tres veces por su ex esposa enviándoles fotos suyas en paños menores a sus admiradoras por las redes sociales y el correo electrónico. En su teléfono móvil descubrió ahora el FBI correos electrónicos con información clasificada de Hillary durante su gestión como secretaria de Estado.