No me gusta la demagogia. Ni los que se prestan a las operaciones de marketing del gobierno. No me gusta que me usen. Me parece una falta de respeto a la inteligencia de los argentinos que una serie de ricos y famosos intente mostrarse como almas sensibles y caritativas. Ayer lo definimos acá como jueguito para la tribuna o venta de humo. A mí y a la inmensa mayoría de los argentinos nos van a sacar los escandalosos subsidios sin que movamos un dedo.

Por supuesto que tampoco voy a hacer nada para que me mantengan los subsidios. A todas luces no los necesito. Pero tampoco necesito hacer exhibición de mi bondad para que el gobierno haga propaganda y oculte el tema de fondo. La única verdad es que acá muchos sectores que no son desocupados ni excluidos van a ser castigados con la quita de los subsidios. Conozco infinidad de gente que se va a agarrar la cabeza cuando le lleguen multiplicados por dos o por tres el gas, la luz y el agua. Son ciudadanos argentinos a los que esa situación les hace un agujero terrible en su frágil economía. Gente que vive con lo justo.

Que mantiene a sus suegros o a sus viejos porque todavía son castigados con la injusticia de no recibir el 82% móvil. Parejas jóvenes en los que uno solo de los integrantes tiene trabajo con un sueldo apenas modesto. Pero les van a sacar los subsidios porque tienen un departamentito de 60 metros cuadrados. Lo heredaron de sus viejos y es lo único que tienen en el mundo. Todo es una farsa. Una gigantesca improvisación, un volantazo tras otro de parte de un gobierno que quiere disfrazar este paso atrás como un paso adelante en la equidad social.

Los que pueden pagar no necesitan ayuda del estado. OK. ¿Cual es la novedad? ¿Cómo explican los millones y millones que les regalaron a grandes empresas y a millonarios con el dinero de todos los argentinos? ¿Quieren tapar todo con esta cortina de humo? Tratan de instalar un campeonato de ricos y famosos para ver quien es más generoso y desprendido. Para un gobierno que se dice progresista, ¿No sería mejor una reforma tributaria para que el sistema sea menos regresivo? En la lista hay de todo.
 
La encabeza la presidenta de la Nación porque quieren transmitir que ella es la que se pone a la cabeza del operativo desprendimiento para todos y todas. Preguntas: ¿Renunció a los subsidios en las 25 propiedades que tiene? Porque la presidenta es propietaria de 2.905 metros cuadrados de 18 casas, 688 de 4 departamentos, 558 de dos locales y 2.100 de un terreno. ¿Todos tenían subsidios? Otra pregunta: ¿A que renunciaron Amado Boudou y Julio de Vido? Porque sus viviendas en Puerto Madero y en un country ya habían perdido el privilegio del subsidio. ¿O la idea es desviar la atención y disfrazar de épica revolucionaria un simple hecho administrativo que además es innecesario porque el subsidio se lo van a sacar igual? En la lista de los primeros que renunciaron a los subsidios hay de todo. Gente que elude y evade impuestos.

Gente que tiene que rendir cuentas a la justicia por mentir en sus declaraciones juradas para pagar menos, o que fingió una quiebra o que no dan facturas para embolsar en negro parte de lo que ganan o que dibujan sociedades extrañas en el culo del mundo para no ser tan solidarios como quieren mostrarse ahora. Tiene razón Beatriz Sarlo cuando dice que todo esto se parece más a una campaña de autopromoción y a una especie de test moral o examen de ingreso para los que quieren participar en la kermesse de las almas bellas.

Yo no voy a hacer ninguna presentación y por lo tanto me van a sacar los subsidios. Y sin hacer tanta alharaca. Que el gobierno deje de gastar dinero en la publicidad oficial que intenta hacer creer a la gente que el desprendimiento invadió la vida de ricos y famosos. Que el gobierno proceda. Que pague los costos políticos correspondientes por haber mantenido durante tanto tiempo una política arbitraria, injusta y de absoluta oscuridad ética. Dejen de tirar fuegos artificiales. Dejen de sobreactuar para esconder estos ajustes y los que se vienen. Conmigo no cuenten. Conmigo no, De Vido. Yo no renuncio.