La Policía Federal y las fuerzas de seguridad de 14 estados brasileños, entre ellos los de las principales ciudades, San Pablo y Río de Janeiro, anunciaron una huelga que cumplirán hoy, mientras el gobierno se empeña en descartar la posibilidad de una ola de paros durante la Copa del Mundo de fútbol, que comienza dentro de 22 días. 

"¿Usted sabe cuál será el legado del Mundial para la seguridad pública? Ninguno. Los índices de criminalidad van a bajar durante el evento y después todo volverá a ser igual", afirmó Janio Gandra, titular de la Confederación Brasileña de Trabajadores Policiales y Civiles, al anunciar la medida de fuerza. "No hay un proyecto de seguridad volcado hacia el interés de los ciudadanos, quienes viven acá y pagan sus impuestos y van a seguir sin seguridad" después del Mundial, reforzó el dirigente policial. 

La medida de fuerza de hoy fue convocada por la Federación Nacional de Policías Federales, la Federación Nacional de Policías Camineros Federales y la Confederación de Trabajadores Policiales. Hasta el momento se registró la adhesión de los gremios de 14 policías civiles estaduales, del área de investigaciones, pero no hubo el apoyo de las policías militarizadas, que son las tropas a cargo de de la represión del delito y el patrullaje. 

El Ministerio de Justicia informó que estas huelgas no se repetirán durante la Copa del Mundo que se jugará en 12 estados, mientras el Supremo Tribunal Federal analiza un proyecto que declara inconstitucional esa medida de las fuerzas de seguridad.