Sergio Pérez disputó su última carrera con Red Bull el 8 de diciembre en Abu Dabi. El piloto mexicano confirmó en sus redes sociales  que no continuará con la marca en 2025 debido a su rendimiento irregular, terminando antes de lo previsto una relación de cuatro años. 

Aunque Pérez había comenzado la temporada con éxito, desde Imola su desempeño decayó, lo que llevó a una ruptura pactada a pesar de una reciente renovación de contrato en junio. En sus redes, Pérez expresó su agradecimiento a Red Bull y sus fans, mientras que la escudería también le dio las gracias por estos años de colaboración. Ahora, su futuro en la Fórmula 1 es incierto, dejando la puerta abierta a un posible adiós del Gran Circo.

"Estoy sumamente agradecido por los cuatro años con Red Bull Racing y por la oportunidad de correr con un equipo increíble. Pilotar para Red Bull ha sido una experiencia inolvidable y siempre atesoraré el éxito que logramos juntos. Rompimos récords, alcanzamos grandes logros y tuve el privilegio de conocer a tanta gente maravillosa en el tiempo", ha comentado Pérez en un comunicado oficial.

Red Bull también agradeció al piloto mexicano por su cooperación a lo largo de los cuatro años que marcaron una etapa significativa para ambos. Hoy, casualmente, se cumplen cuatro años desde que el equipo anunció la incorporación de Pérez para 2021, una etapa que le dio cinco victorias, tres Poles y 30 podios. Max Verstappen no hubiera ganado su polémico título de 2021 sin las tenaces defensas de Checo en el final de la temporada.

Esto reabre las especulaciones periodísticas sobre cómo se armarán las butacas de los dos equipos del holding austríaco en la F1. Lo más lógico sería Liam Lawson a Red Bull e Isack Hadjar, de la F2, a Racing Bulls junto a Yuki Tsunoda. Parece lejana la posibilidad de Franco Colapinto, pues Red Bull se niega a llevar al argentino ‘a préstamo’ y por tiempo limitado, y también a pagar una cifra prohibitiva para quedarse con el contrato.