Los candidatos a llevarse la Copa del Mundo siempre son los mismos. Pero lo que en los papeles se firma por anticipado despuès hay que revalidarlo en la cancha y, definitivamente, Alemania lo hizo en el Moses Mabhida Stadium. El seleccionado de Joachim Low no dejò ninguna duda de quien era el que tenìa aspiraciones de los dos y en menos de 30 minutos, con goles de Podolski y Klose sacò diferencias claras tanto en el marcador como en el juego sobre un tibio seleccionado australiano que no logrò nunca frenar el andamiaje alemàn. El primer tiempo se fue con un 2 a 0 dejò pocos interrogantes para la segunda mitad.  En el complemento la expulsiòn de Tim Cahill en Australia terminò por desbarrancar a un equipo que parecìa màs preocupado por no sumar màs goles en contra que por tratar de igualar las acciones. Asì lo inevitable llegò y el partido se decantò sin atenuantes. Primero Thomas Muller y despuès Cacau le dieron cifras definitivas a un partido al que le sobraron 20 minutos en los que el equipo alemàn cuidò el fìsico pensando en lo que se viene. Alemania no dejò dudas, goleò, gustò y dejò la sensaciòn de que en el grupo D se juega por el segundo puesto.