Con tranquilidad, Boca derrotó 3 a 0 a Aldosivi en Mar del Plata
Con algún buen pasaje en el primer tiempo y ante un desconcertado rival sobre el final, el Xeneize se impuso con holgura. Almendra, Cardona y Villa convirtieron los goles.
Ante esta clase de rivales de menor nivel, Boca transcurre con toda tranquilidad. Le jerarquía de algunos de sus futbolistas, a pesar de haber tenido una merma notoria en el plantel, es inalcanzable para la mayoría de sus rivales. Casi sin despeinarse, le ganó por 3 a 0 a Aldosivi en Mar del Plata y se acomoda en la tabla anual. Agustín Almendra, Edwin Cardona y Sebastián Villa convirtieron los goles del triunfo.
El conjunto de La Ribera manejó buena parte del primer tiempo con total tranquilidad. Movió la pelota con criterio y tranquilidad ante un rival con muy poca predisposición para quitar. Al Tiburón le costó trabajar el partido con la pelota. Casi no pudo tenerla, sucumbió rápido ante la presión. De todos modos, a partir de algunas recuperaciones propias de errores del Xeneize pudo llegar a fondo y ser punzante en un par de oportunidades.
A los 15, cuando ya el visitante era claramente más, Cardona y Frank Fabra que armaron una buena sociedad por izquierda armaron una buena acción. Luego de un centro del lateral izquierdo, una caterva de errores inverosímiles permitieron a Almendra, de los jugadores más determinantes de Boca en el campeonato, convertir. El arquero José Devecchi falló al querer despejar un centro llovido sin destinatario alguno y Fernando Roman despejó mordido. Almendra la capturó, remató y fue a buscar el rebote de su propio tiro que dio en el travesaño. Ante una pasividad pasmosa de los defensores del Tiburón, convirtió de cabeza.
Tras el tanto hubo un par de minutos de desconcierto del visitante. Boca perdió el control total que tenía del partido a pesar de poseer más la pelota y más allá de tener oportunidades para ampliar la diferencia. El conjunto marplatense generó acciones, especialmente por el sector derecho de su ataque, aunque las definió prácticamente todas mal, a tal punto que solo una jugada puede catalogarse como clara. Sobre el final del primer tiempo, Carlos Izquierdoz trabó y perdió con Rufino Lucero, que se sacó un rival más de encima y remató haciendo que la pelota pegue en el travesaño.
El juego se hizo abierto y el equipo de Sebastián Battaglia tuvo chances claras de aumentar la cuenta de contraataque aunque también se expuso atrás. Las más clara fueron un remate de Villa que recibió muy solo, controló bien y remató al segundo palo, pero la pelota dio en el travesaño y un centro bajo que superó a toda la defensa de Aldosivi y al arquero que volvió a fallar pero Luis Vázquez definió exigido y mal por el segundo palo.
En la segunda mitad Boca volvió a apostar por reducirle el ritmo al juego mediante una tenencia más controlada aunque no tan precisa y menos riesgosa para el adversario. Con el resultado a favor, pareció una postura prudente, sobre todo porque con esa idea también había generado opciones. Aunque en este caso no hubo fluidez ni progreso con la pelota y las chances no aparecieron hasta el final.
Además, Aldosivi apostó a ajustar cuestiones defensivas para no ser tan frágil en la mitad de la cancha y si bien le salió eso le quitó el riesgo ofensivo que generaba como consecuencia de cierto desorden.
Finalmente, a los 25, Eduardo Salvio, que entró bien en el partido, desbordó por derecha y le ganó a Román que quiso desplazarlo con el cuerpo. Nunca terminó de quedar claro si la pelota se le fue o no por línea de fondo al ex Lanús, pero Andrés Merlos dejó seguir. Tras un centro atrás, Villa remató y luego del rebote dado por Devecchi, Cardona la empujó.
Tras el tanto, el equipo de Martín Palermo sucumbió definitivamente. Prácticamente se fue del partido y permitió que su rival se luzca. Quedó tiempo para que Salvio realice un par de buenos intentos más y para que Villa, determinante en el resultado, sellé la historia. Cardona, de buen partido, le filtró un pase bárbaro y el veloz atacante, que sumó múltiples razones para ser excluido no solo de Boca sino del fútbol argentino en general, picó al vacío, se deshizo del arquero y definió sin oposición.
El Xeneize volvió a hacer gala de su gran facilidad para exponer la notoria diferencia de jerarquía que le saca a esta clase de rivales. Además, volvió al triunfo tras un par de actuaciones pálidas en la Liga Profesional. Se acomoda en la tabla anual y el panorama para ingresar a la Copa Libertadores del año que viene parece muy abierto, tanto a partir de la sumatoria de puntos como desde la chance de consagrarse en la Copa Argentina.