Más allá de los rivales, la presión es uno de los obstáculos más complicados de superar en una competencia como Juegos Olímpicos. Y Jennifer Dahlgren no pudo escapar a los nervios y estuvo lejos de su mejor versión. Así quedó eliminada en primera ronda de la prueba de Lanzamiento de martillo.

Nerviosa y sin encontrar la concentración necesaria para acercarse a una marca que le permitiera acceder a la soñada instancia final, Jennifer decidió anular sus tres intentos, en una muestra clara de la frustración que representó su participación en Londres 2012.

Dahlgren, de 28 años, era una de las esperanzas de la delegación argentina y estuvo lejos de colmar las expectativas. En su tercer Juego Olímpico, la argentina no dejó ni siquiera registro. Ahora deberá plantarse un nuevo horizonte para que Río 2016 no parezca tan lejano.

Con lágrimas en los ojos, Dahlgren lamentó profundamente su frustrada participación y realizó una dura autocrítica. "Tenía todo en mis manos y no pude hacer nada. Ni siquiera tengo palabras para expresar lo que pasó. Habíamos preparado todo tan bien y no pude reflejar nada de lo que habíamos trabajado durante cuatro años".

"Son momentos muy duros para un atleta. Estar en una final olímpica es un sueño muy grande y se genera demasiado. Me da pena por Marcelo (Pugliese) y por toda la gente que me ayudó para estar acá", manifestó una emocionada Jenny.