El rey eterno: el Real Madrid le ganó 2 a 0 al Frankfurt y se consagró en la Supercopa de Europa
Con goles de Alaba y Benzema, el equipo español se impuso al conjunto alemán, en el enfrentamiento que mide al campeón de la Champions League y al de la Europa League.
Nada parece poder parar el hambre copero del Real Madrid. El equipo más ganador de Europa volvió a hacer de las suyas y se consagró campeón de la Supercopa de Europa. Le ganó 2 a 0 al Eintracht Frankfurt de Alemania, el equipo que ganó la última Europa League. David Alaba y Karim Benzema convirtieron los tantos.
El equipo del gran Carlo Ancelotti sufrió los primeros 15 minutos de partido. Un tanto inconexo, sufrió algunas pérdidas de pelota que derivaron en contraataques veloces, generalmente encabezados por el japonés Daichi Kamada. En ese tramo, apareció para salvarlo, como casi siempre, el arquero Thibaut Courtois.
Pero superado ese sacudón inicial, el conjunto español se acomodó y sacó a relucir su jerarquía. Luka Modric y Toni Kroos se hicieron cargo de la pelota, le bajaron el ritmo al partido y encontraron en Federico Valverde el socio ideal tanto para asociarse en el medio como para estirar la cancha por derecha.
Ya había avisado Vinicius Jr. con un mano a mano que Tuta salvó en la línea, pero, finalmente, a los 37, el Merengue se puso en ventaja. Tras un córner, Éder Militao cabeceó largo, Casemiro, figura del partido, la rescató hacia atrás con lo justo y Alaba se encontró sólo con todo el arco a disposición para empujarla.
En la segunda mitad, el equipo alemán hizo cambios para intentar revertir la historia, pero quedó aún más expuesto en defensa y el campeón de la Champions League se hizo un festín. Antes de los 20 minutos consiguió el segundo con la fórmula de casi siempre. Vinicius Jr. desbordó por izquierda, enganchó hacia atrás y asistió a Benzema, que remató de primera y convirtió ante una floja respuesta de Kevin Trapp.
El Real Madrid se lo tomó con calma, pero aún así tuvo oportunidades para convertir la historia en goleada. No las concretó, pero tampoco se preocupó demasiado. Con un triunfo que da inicio a su temporada sumó su 28° título internacional y su 5° trofeo en la Supercopa de Europa, un título que, dentro de su colosal historia no le había sido tan amigable: había perdido en tres ediciones.