La selección argentina de vóley tenía y desafío colosal, enfrentar por la medalla de bronce a Brasil, un rival que venía de ser campeón olímpico en Río 2016 y que además, en la primera fase, nos remontó un 0-2, para terminar ganándonos el partido.

Y este encuentro por el bronce comenzó parecido al de la primera fase, porque Argentina superó en juego al clásico rival y logró imponerse por 25 a 23, de mano de Bruno Lima y el "herededo" Facundo Conte.

Pero esta vez Brasil reaccionó antes. Se quedó con el segundo por 25 a 20 y con el tercero con una diferencia notoria 25 a 17. Parecía sinceramente, que todo terminaba.

Pero apareció todo el corazón, la garra, la bravura de este equipo. Y, con una actuación extraordinaria de Agustín Loser y Sebastián Solé, esta vez el 25 a 17 fue nuestro.

Llegaba el tie break. Argentina se adelantó por cuatro puntos ya al inicio, pero Brasil recortó y se puso a tiro. El final épico, fue con un tiro brutal de Conte y un bloqueo de antología de Loser, para alcanzar el bronce olímpico, nada menos que en un clásico y después de 33 años.

Glorioso equipo, glorioso triunfo, merecida medalla olímpica.