Escándalo en Barracas - Patronato: un arbitraje bochornoso, gresca y detenidos
En un partido clave por el descenso, Baliño le anuló dos goles al equipo entrerriano y le dio un penal insólito al equipo del Chiqui Tapia. Todo terminó en una batalla con la policía.
Desgraciadamente, se han vuelto demasiado habituales los capítulos oscuros del arbitraje y Barracas Central. Anteriormente, mientras el conjunto que preside Matías Tapia, hijo de Claudio "Chiqui" Tapia, jugaba en categorías menores y ascendía de manera meteórica, este tipo de cuestiones no tenían tanta repercusión. Ahora, en Primera División y con algunas cámaras más que atestiguan lo sucedido, la cuestión es motivo de horror para toda la patria futbolera.
El Guapo y Patronato se enfrentaban en un partido esencial por la permanencia en la cancha de All Boys y varios fallos arbitrales determinantes favorecieron al local. Al Patrón le anularon dos goles de manera inexplicable. En el primero, que finalizaba con un remate de afuera del área de Axel Rodríguez, el VAR encontró un fuera de juego previo, que jamás debió sancionarse porque la pelota le llegó al delantero visitante luego de un despeje de un futbolista de Barracas.
El segundo es bastante más escandaloso todavía. Raúl Lozano convertía un golazo para poner al conjunto que dirige Facundo Sava 2 a 1 arriba. Pero otra vez desde el VAR le indicaron al árbitro que debía revisarlo. El juez principal fue a ver la acción en cuestión y no sólo anuló el tanto sino que cobró penal para Barracas, por una supuesta infracción que nadie vio sobre Brian Calderara.
Más allá de los errores inadmisibles, la bronca de todo el arco futbolero que reaccionó ante tal injusticia tiene que ver con los nombres involucrados. El árbitro del partido fue Jorge Baliño, quien hace algunas fechas había beneficiado también al equipo de los Tapia frente a San Lorenzo.
En el VAR estuvieron Diego Abal, de larga y mala carrera, y Diego Ceballos, aquel árbitro que protagonizó uno de los bochornos más recordados de la historia del fútbol argentino en la final de la Copa Argentina 2015 entre Boca y Rosario Central, en la que, entre otras cosas, le cobró al Xeneize un penal a favor por una supuesta infracción que fue más de un metro afuera del área.
Para colmo, la cabina del VAR que suele estar en el predio de la AFA en Ezeiza, cuando el Guapo juega de local en el Islas Malvinas está allí mismo, por problemas técnicos. En el partido del martes a la noche, Federico Beligoy, director nacional de arbitraje, estuvo presente en la cabina.
El encuentro terminó en escándalo y en una gresca entre jugadores y cuerpo técnico de Patronato, que fueron a reclamarle a Baliño, y la policía, que intervino con sus escudos. Tras el episodio de violencia, fueron detenidos los jugadores Axel Rodríguez, Matías Pardo, Justo Giani y Juan Barinaga, y el entrenador de arqueros Damián González, que debieron declarar ante la fiscalía.
El desgaste del hincha es cada vez más grande. La crisis social altera los ánimos y ya no hay margen para tirar de la cuerda con respecto a los fanáticos del fútbol. El producto que se les entrega es cada vez más feo, el formato cada vez más incomprensible, los equipos cada vez más y peores, y a cambio se les da muy poco; a veces ni siquiera un arbitraje justo. A veces pareciera que juegan con el cuello de la gallina de los huevos de oro.