F1: Victoria a lo gran campeón de Verstappen en México
Max largó 'a lo Alonso' y Bottas se defendió 'a lo Barrichello'. Desde allí no hubo más carrera con Hamilton, que tuvo que trasegar hasta el final para sostener el segundo puesto ante Checo Pérez.
Max Verstappen ganó a lo campeón el GP de México de F1. Tras la debacle en la Qualy del sábado (propiciada por el inexperto y peligroso Tsunoda, que no tenía nada que ganar en la Q3), el neerlandés se aprovechó de una débil (y errónea) defensa de Valtteri Bottas desde la Pole, usó el rebufo que el finlandés no pudo darle a su compañero de equipo y le dejó espacio al piloto de Red Bull por afuera y por la parte engomada. Resultado: Max los pasó por afuera (un homenaje a Mansell en el escenario de su sorpasso más famoso) y ahí se acabó la carrera.
Ricciardo se llevó puesto a Bottas en esa misma frenada de la Curva 1, y atrás hubo más caos. Resultado: primera entrada del finlandés en una carrera en la que le iba a pasar de todo, entrada tempranera del australiano con el alerón roto, y abandonos de Schumacher y Tsunoda.
Tras la reanudación de la carrera en el final de la cuarta vuelta, Verstappen se dedicó a acumular ventaja frente a un Hamilton que nunca pudo seguirlo. El momento más sincero de los ensayos libres de la F1 es en la P2, cuando se hacen las prácticas de carrera; allí Red Bull había mostrado una diferencia de más de medio segundo en ritmo sobre todos sus rivales; exagerada, pero real. Al cabo del Gran Premio, el cada vez más puntero del campeonato tuvo un ritmo más rápido que el de Hamilton en unas tres décimas.
En la Vuelta 14, el heptacampeón ya gemía por sus neumáticos Blandos. Mientras, Verstappen se mostraba conforme con ellos y Checo decía que iban “cada vez mejor”: terminó entrando a Boxes en la Vuelta 41, para cargar Duros 11 giros más jóvenes que los de Ham y atacarlo en el final. El mexicano lo intentó todo ante su público, pero nunca estuvo a tiro real de pasar a Lewis.
En la altura de México, se preveía una superioridad de la planta impulsora de Honda sobre la de Mercedes (y el cuarto puesto de Gasly, aunque a más de 45 segundos del tercero Pérez, lo mostró de manera palmaria). Pero Verstappen se sobrepuso a un golpe psicológico tremendo (hacía rato que Mercedes no clavaba un 1-2 en Qualy 3) con esa volcánica energía que mostró desde que se subió a un coche de carreras.
A esta altura, pase lo que pase, ningún observador imparcial puede negar que Verstappen está siendo el mejor piloto del año. Si no se equivoca de acá hasta el final, el primer título mundial de Max es el resultado más probable.
Menciones finales a la carrera muy seria de Gasly con un Alpha Tauri que tiene dificultades para lograr domingos limpitos; sostuvo detrás a unas Ferrari desvaídas en carrera, pero tranquilísimas ante el muy mal fin de semana de los McLaren, que el topetazo de Ricciardo a Bottas coronó. Aunque la tabla dice que esa lucha está muy pareja, los de Maranello avanzan a paso firme en la obtención del tercer puesto en el Mundial de Constructores por encima de sus archirrivales de McLaren. Y también para los viejitos piolas de la F1, Vettel, Räikkönen y Alonso, que en una carrera tensa arriba, esquemática de la primera a la última vuelta y manejando autos que no les daban nada, supieron pescar en río revuelto los puestos séptimo al noveno, por delante de un sólido pero inerme Lando Norris.