La Fórmula 1, amén de fierros, sponsors, política e intrigas, abunda en glamour: romances con famosas, triángulos amorosos, playboys impenitentes, enamoradizos pertinaces. El último ‘play boy’ de la F1 parece haber sido Lewis Hamilton, con una ristra de novias famosas en la década anterior. Ahora, Franco Colapinto, de notable ingreso a la máxima en lo deportivo, también entró con todo en este costado extradeportivo del Gran Circo.