En los primeros minutos de la primera etapa, fueron los eslovacos los que tomaron la iniciativa del encuentro.

Sin embargo, sus ataques fueron tímidos y casi no generaron demasiado peligro sobre el arco defendido por Stekelenburg.

Los holandeses entraron dormidos, no podían encontrar su rumbo y adueñarse de la pelota.

Hasta que a los 18 apareció un distinto que desequilibró y marcó la diferencia: Robben tomó la pelota, gambeteó a un defensor y la cruzó cerca de un palo.

A partir de ahí, todo fue mucho más fácil para una Holanda que empezó a atacar con más ganas que precisión y determinación.

En el segundo tiempo, la "naranja mecánica” salió a jugar como un verdadero candidato: atacó y atacó pero recién pudo marcar el segundo y liquidar la historia sobre el final gracias a una salida en falso del arquero eslovaco aprovechada por Sneijder.
 
A los 94, el verdugo de Italia en la fase de grupos, Vittek, (Eslovaquia) descontó mediante un penal.

Con esta victoria, los dirigidos por Van Marwijk se mantienen invictos en el Mundial Sudáfrica 2010 y accedieron a los cuartos de final en espera del vencedor de la llave entre Chile o Brasil.